Exatletas de la desaparecida Alemania Oriental denuncian "dopaje de Estado"

La historia es digna de una película y seguramente muchos pensarán que se trata de una ficción, pero no. Indigna y causa vergüenza al mismo tiempo. Durante las décadas de 1970 y 1980, y para alcanzar triunfos deportivos con el sólo fin de promover el régimen soviético, la República Democrática Alemana (RDA, o Alemania Oriental) más de 15.000 deportistas fueron sometidos a un programa de dopaje forzado, promovido por el Estado.
Entrenadores y médicos administraban esteroides y estimulantes a los deportistas, sin que estos últimos se enteraran. Lo llamaban "Unterstützende Mittel", lo que traducido significa "medios de apoyo".
A 25 años de la caída del Muro de Berlín, las víctimas de éste programa se han unido para pedir ayuda.
La "Unión de Ayuda a las Víctimas del Doping", presta ayuda a unos 700 ex deportistas cuya salud se vio perjudicada por el dopaje. Y ahora ha pedido al gobierno de Angela Merkel que se castigue a los culpables y no se olvide a los afectados, quienes en aquellos años eran considerados héroes deportivos.
"El Ministerio del Interior, el Ministerio de Justicia y el mundo del deporte deben actuar de una vez", solicitó la ex atleta Ines Geipel, presidenta de la agrupación.
El suministro estatal de sustancias prohibidas ha traido consecuencias graves para algunos exdeportistas. Varios de ellos ya murieron por este motivo, como el doble medallista olímpico en halterofilia Gerd Bonk, después de permanecer en coma durante meses. Antes, había quedado inválido por los profundos daños sufridos por los riñones y otros órganos. Todo, por los esteroides introducidos en el organismo.
En 1975 Bonk batió el récord mundial al levantar 246,5 kilos. Y sólo un año después, elevó la marca en seis kilos. Estos récords logrados en base a dopaje, le costaron la vida.
La lanzadora de bala Heidi Krieger debió resignarse a mediados de la década de 1980 a asumir que los esteroides habían transformado sus rasgos femeninos a masculinos. Por esta razón, decidió cambiarse de sexo. Ahora se llama Andreas Krieger. "¿Cuánto más tenemos que esperar? ¿Hasta que la gente se muera?", dijo Krieger a la agencia DPA.
"Éramos jóvenes e ingenuos. Queríamos viajar y lograr un buen rendimiento. El dopaje se camuflaba como complemento medicinal. ¿Cómo íbamos a saber lo que era en realidad?", expuso Geipel, la presidenta de la agrupación.
Por ahora las víctimas recibieron una indemnización de 13.000 dólares acordada en el juicio contra Manfred Ewald, ex ministro de Deportes de la RDA considerado como el responsable del programa de dopaje estatal, según informó el portal de DW.
En un juicio efectuado en 2000, Ewald fue condenado a 22 meses de cárcel por el daño físico sufrido por los atletas afectados. Sin embargo, esa pena no fue considerada como justa.
La agrupación ha denunciado a otros personajes que aún siguen trabajando en la administración pública. Por ejemplo, Rolf Beilschmidt, ex tleta y actual alto directivo deportivo del estado federado de Turingia, quien es acusado de haber trabajado para la policía política de la RDA (Stasi), y quien ya está en la mira del Comité Olímpico Alemán.
"Esa gente volvió a crear su red y se arregla para otorgarse puestos entre sí", denunció Geipel.
La República Democrática también conocida como Alemania Oriental fue un Estado socialista de la Europa Central que se estableció en 1949 en el territorio de Alemania ocupado por la URSS, al final de la Segunda Guerra Mundial, y existió hasta 1990, cuando los länder (estados federados) que la formaban se incorporaron a la República Federal Alemana (RFA), dando lugar a la reunificación alemana y a la creación de la actual Alemania.
Para distinguirla de su contraparte capitalista (Alemania Federal), a menudo se la llamó Alemania Oriental o Alemania del Este. También se usó la denominación, especialmente en el ámbito deportivo, de Alemania Democrática.
Nada más irreal.