Internacionales

"Furia fantasma" contra Faluja

Comentario de Mauricio Rabuffetti

(Emitido a las 08.22)

EMILIANO COTELO:
El ejército de Estados Unidos inició ayer la operación "Furia Fantasma", nombre de la operación militar que más comúnmente conocemos como la "ofensiva sobre Faluja", acciones que desde ayer observamos en imágenes que trasmiten las cadenas internacionales de televisión. Ofensiva ésta que la Casa Blanca espera que le permita garantizar las elecciones previstas para enero. ¿Por qué Faluja entonces?, ¿qué importancia tiene esta operación militar para el futuro de Irak?

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Lo conversamos enseguida con Mauricio Rabuffetti. Vayamos primero a una explicación muy concreta: ¿por qué esta ofensiva sobre Faluja?

MAURICIO RABUFFETTI:
El objetivo de Estados Unidos con esta operación militar es, como tú bien decías, asegurarse de que se celebren las elecciones previstas en Irak para enero próximo. Sucede que Faluja es la ciudad en la que, según Estados Unidos y según las autoridades iraquíes interinas, se atrincheró buena parte de los extremistas islámicos partidarios de Abú Musab al-Zarqaui...

EC - Viejo conocido por secuestros, decapitaciones y atentados con coches bomba en Irak.

MR - Exactamente. Y con los milicianos de Al-Zarqaui también habría, según la información oficial, partidarios del caído régimen de Saddam Hussein. Junto con Faluja, una ciudad ubicada al centro geográfico exacto de Irak, esta ofensiva podría abarcar también, en menor medida, a la ciudad de Ramadi. En general podríamos decir que ataca al centro del triángulo suní, esto es, la zona más conflictiva de Irak en este momento.

Estados Unidos, que inició esta operación ayer con una cifra de entre 12.000 y 15.000 hombres, según diferentes fuentes, 2.000 de ellos soldados iraquíes, espera que derrotando la resistencia en Faluja mejoren las condiciones de seguridad en esa zona y, por supuesto, en Bagdad, de modo de poder celebrar las elecciones que el presidente George W. Bush ha prometido a los estadounidenses y al mundo entero durante la campaña electoral.

EC - ¿Sería esta, como se la calificó algunas veces, una "ofensiva final" de la guerra en Irak?

MR - Después de más de un año y medio de invasión y posterior permanencia de tropas de la coalición en Irak, con tantas ofensivas en el camino, hablar de una "ofensiva final" parece bastante precipitado, por lo menos en este momento. Yo tiendo a calificarlo de un modo más modesto porque no creo de ninguna manera que esta ofensiva vaya a terminar con la violencia en Irak. Es decir, creo que en el medio de una situación que claramente -no es secreto para nadie- se les fue de las manos a las tropas estadounidenses, no pueden seguir sosteniendo el desgaste que produce un atentado atrás del otro y resolvieron dar un golpe más fuerte para tratar de terminar con la insurgencia, o al menos con una parte importante de ella. Y eso a pesar del riesgo que implica este asalto a Faluja, con combates cuerpo a cuerpo, porque recordemos que se trata de una ofensiva que si bien tiene apoyo aéreo, como siempre ocurre en estos casos, se juega esencialmente en tierra contra combatientes que estás dispuestos a morir.

EC - Ayer el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, dio a entender que podría ser una operación difícil.

MR - Te digo más: trató de moderar algo que es casi evidente: que van a tener bajas y que la cifra de esas bajas podría ser importante. Por eso me detengo una vez más en esto: es una ofensiva con la que Estados Unidos busca dar un golpe de timón a la pésima situación de seguridad en la que se encuentra Irak en manos de las tropas estadounidenses que claramente no han podido con estos grupos extremistas y rebeldes y perdieron el control de esta guerra por las dudas -porque eso fue: una guerra por las dudas, una guerra preventiva- que comenzó hace casi una año y medio. Es una decisión que apunta a evitar este desangramiento por goteo que sufren tanto las tropas de la coalición como las poco entrenadas fuerzas iraquíes que han sido blanco de ataques sangrientos en las últimas semanas. Una decisión que, además y sobre todas las cosas, va a tener un costo importante en vidas humanas en medio de una guerra que no termina de acabarse.

EC - Quería tocar también el tema de los civiles en Faluja: se habla de que podría haber hasta 100 mil civiles todavía allí.

MR - Hay varias cifras en danza. Algunas hablan de que el 60-70 por ciento de los civiles se fueron; otras hablan del 90 por ciento... Lo cierto es que se habla de una cifra máxima de 100 mil civiles, que serían la mitad de la población de Faluja. Es una cifra suficientemente grande como para generar preocupación cuando se habla de bombardeos aéreos, de bombas cada 30 segundos, etcétera, etcétera... ¿Qué va a pasar con toda esa gente? Nadie lo sabe realmente. Ayer la televisión internacional mostraba algunas imágenes en las que se veían niños, hay reportes de niños heridos. Por cierto, los hombres de entre 15 y 50 años de edad no pueden entrar ni salir de la ciudad porque se considera que podrían formar parte de los grupos enemigos de la coalición. Poco es lo que se puede decir sobre ese punto ahora, más allá de señalar el riesgo potencial de que muchas personas que no participan en los combates mueran.

EC - La semana pasada estuvimos cubriendo las elecciones en Estados Unidos y menos de una semana después se inicia esta ofensiva...

MR - Sí, dos comentarios sobre este punto. Primero que nada, como decíamos, podría haber muchas bajas estadounidenses, así que no era bueno para el presidente y para su aspiración -ahora concretada- de reelección lanzar una operación como ésta antes de una elección. Mi lectura es que evidentemente hubo un cálculo político en relación al momento en el cual lanzar este ataque; la situación en Faluja y en Irak no cambió demasiado desde antes de las elecciones hasta ahora. Segundo: Estados Unidos inició esta guerra bajo la Presidencia de George W. Bush. Ahora, a punto de iniciar su segundo mandato de cuatro años, Bush cuenta además con el respaldo de la mayoría de los estadounidenses y, confortada con esta situación que en definitiva ratifica en las urnas sus decisiones, la Casa Blanca puede tomar resoluciones como la ofensiva sobre Faluja, que puede tener un alto costo político durante un cierto tiempo por la posibilidad de que haya un número importante de bajas militares estadounidenses. Pero una cosa es asumir ese costo político antes de una elección, y otra muy distinta es tenerlo cuando se ganó una reelección y se sabe que es el último mandato posible, como es el caso de este presidente.

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Edición: Jorge García Ramón