Este domingo los equipos de rescate intentarán recuperar los cuerpos de más víctimas y otros restos de la aeronave, en particular las cajas negras del Airbus A320-200 que transportaba 162 personas a bordo y se precipitó al mar de Java el 28 de diciembre.

Cuatros grandes partes del aparato fueron encontradas entre viernes y sábado en la zona de tareas en el mar de Java, frente a las costas de la isla de Borneo, donde los equipos de búsqueda y rescate intentan recuperar los cuerpos de las víctimas, hasta ahora se recuperaron 31 cadáveres.

Los buzos se preparaban este domingo a descender a unos 30 metros de profundidad en el fondo del mar, donde estaría la mayor parte del fuselaje, después de que durante la semana que finaliza los trabajos se vieran perturbados, inclusive bloqueados, por el fuerte oleaje en la zona.

El objetivo es concentrarse en las búsquedas submarinas, y esperan poder recuperar más cuerpos. Quieren acelerar la evacuación de cadáveres que quizás se encuentren en el interior del avión.

El piloto había pedido tomar mayor altura para evitar las tormentas amenazantes, pero no recibió inmediatamente la autorización a causa del importante tráfico aéreo que había en ese momento. Poco después, el aparato desapareció de las pantallas de los radares.

Se utilizan sonares para la detección de objetos submarinos, en tanto los aviones pasan "a peine fino" el mar y la costa.

Las autoridades indonesias rechazaron precisar a qué elementos del avión corresponden los cinco grandes restos hasta ahora recuperados, aunque podrían ser parte de la cola según una infografía entregada a los periodistas.

Los familiares de las víctimas se preparaban para nuevas inhumaciones en Surabaya, desde donde había partido el avión. Allí fue instalado un centro de crisis para la identificación de los cadáveres.

A bordo del avión de AirAsia se encontraban 155 indonesios, tres surcoreanos, un británico, un malasio, un singapurense y el copiloto francés.