Con el fin de "embellecer" la ciudad, la Policía de Manila salió a las calles en busca de niños sin hogar a los cuales condujo a la cárcel, donde conviven con delincuentes corrientes.

Según el diario inglés "Daily Mail", se trata de una medida tomada por las autoridades del país para que ni el Papa, ni sus allegados, ni la prensa mundial que concurrirá al evento vean a estos cientos de chicos por las calles.

En la publicación se hace referencia a las condiciones a las que se expone a estos menores en las cárceles. Al encontrarse en centros de detención comunes, pasan hambre, duermen en el piso y son sometidos al maltrato de los delincuentes adultos que los golpean.

El misionero irlandés Shay Cullen, que lucha para cambiar esta realidad declaró: "No tienen derechos básicos. No hay educación. No hay entretenimiento. No hay desarrollo humano adecuado. No hay ningún lugar para comer y tienen que dormir en el suelo. No hay un proceso judicial adecuado";.

Aparentemente esta no es la primera vez que algo así sucede en Filipinas. Catherine Scerri, subdirectora de la organización caritativa "Bahay Tuluyan", afirmó al diario inglés que siempre que un evento de estas características tiene al país como centro de atención se repite la injusticia. En abril del año pasado, por ejemplo, pasó lo mismo frente a la visita del presidente Obama. Al querer intervenir, la respuesta a Scerri fue: "Nos dijeron que no podían salir antes de que Obama se fuera";.