Aunque el informe preliminar de la autopsia confirma que falleció a consecuencia de un disparo en la sien procedente de la pistola que apareció bajo su cuerpo, en el baño de su vivienda, y que no hubo participación de terceros en su muerte, la sombra de la duda planea sobre la investigación.

Después de ocho años de trabajo, el fiscal de la causa del atentado contra la mutual judía Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) concluyó que Irán planificó el ataque y Hezbollah lo perpetró, y llegó a denunciar a la presidenta argentina, Cristina Fernández, por considerar que el acuerdo alcanzado con Teherán en 2013 implicaba el supuesto encubrimiento de los sospechosos del ataque que dejó 85 muertos en 1994. 

"Nisman estaba ocupando una fiscalía especial de investigación del atentado a la AMIA de julio de 1994. En los últimos dos años y medio se dedicó a investigar a partir de escuchas telefónicas y tratar de encontrar contactos de hoy con los principales sospechosos iraníes, encabezados por quién era el agregado cultural de la embajada de Irán en Buenos Aires en aquel momento, Mohsen Rabbani. Su nombramiento tuvo el respaldo del gobierno cuando Néstor Kirchner era presidente. Todo este tema tuvo un vuelco a partir de los últimos dos años en que el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner presentó parlamentariamente al debate un memorándum de entendimiento con Irán que fue muy polémico. La oposición dijo que el acuerdo borraba (de la causa AMIA) la pista iraní del mapa en función de la búsqueda de ciertos acuerdos comerciales producto del déficit energético argentino, siendo Irán un país petrolero y que a cambio eso podría ser una ventaja para Argentina, en el sentido de poder vender cereales a Irán. En ese trámite de escuchas telefónicas, Nisman aseguraba haber comprobado que la verdad de toda esta historia era que se había canjeado con Irán la posibilidad de quitarlo del expediente, tratando de volcar la investigación del atentado a la AMIA hacia un grupo de antiderecha o antiisraelí de la policía bonaerense. A partir de eso, que según lo publicado off de record por el fiscal a Clarín consistía en unos 330 cd’s con escuchas telefónicas en las cuales había algunas conversaciones de personajes vinculados al gobierno argentino con personajes vinculados al poder político de Irán residentes en Argentina, se había hecho todo el acuerdo de entendimiento entre ambos gobiernos. Esta es la denuncia que hace el fiscal por encubrimiento a Cristina Fernández de Kirchner, al canciller Héctor Timerman y a tres dirigentes más vinculados al gobierno. Esto pasó el miércoles de la semana pasada. Se arma polémica y entre casi la medianoche de ayer (18/01/2015) y la madrugada de hoy nos enteramos que el fiscal aparece muerto de un balazo en la cabeza en el baño de su apartamento";, explicó Zunino al programa 810 VIVO.

Temía por su vida

Tras la demanda, Nisman había confiado a algunos periodistas en los últimos días que su propia vida estaba en juego en este proceso, aunque nadie podía imaginar apenas hace 24 horas que sus palabras serían premonitorias. "Era una de las personas más custodiadas del país. Tenía una custodia de 10 personas. Tenía su propia arma reglamentaria, que es casualmente el arma que se le encuentra en el baño y que terminó con su vida", dijo el editor de Noticias.

El fiscal Alberto Adrián Gentili fue designado como subrogante de la causa AMIA hasta el 31 de enero, en reemplazo de Nisman . La pregunta ahora es si esta causa se puede resolver tras la muerte del fiscal.

"Es un fiscal con una hoja de servicio bastante polémica. Algunos medios lo vinculan con abogados del narcotráfico y casos de discriminación. En este momento ese expediente (el de AMIA) queda congelado. Congelado por el dramatismo de la muerte de Nisman. Congelado por la poco productiva politización del caso", dijo el editor.

Lo único seguro es que "nadie conoce el contenido concreto de estas pruebas sobre las cuales el fiscal se sentía muy seguro que comprometían a las máximas autoridades del gobierno argentino, empezando por la presidenta", afirmó.

Prueba de fuego

Tras la conmoción provocada por la muerte de Nisman, la investigación sobre el atentado contra la AMIA se convierte en una prueba de fuego para medir la fortaleza de las instituciones y la calidad de la democracia argentina.

"El caso AMIA, que tiene ya casi 20 años, es tal vez el más grande fracaso de lo que no se debe hacer en materia de investigación judicial sobre un tema tan sensible que fue politizado, ensuciado, manipulado y tapado desde el mismo momento en que se produjo, en donde metieron mano varias líneas de intereses políticos locales, internacionales, judiciales y policiales, al punto que las principales investigaciones que se fueron haciendo tuvieron que ver más con quién hizo peor las cosas, quién lo encubrió más que quiénes fueron los responsables del atentado", dijo el periodista.

¿Cómo queda el gobierno y Cristina Fernández de Kirchner tras este suceso? "Acá hay un fenómeno en términos sociales más grave que la muerte de una persona que es la absoluta certeza de la mayoría que en la Argentina hay un gobierno que puede mandar a matar a alguien", aseguró Zunino, quien agregó que "Argentina está congelada en ese baño de ese fiscal. Estas desgracias pueden tener una utilidad hacia adelante. Que no pase con el fiscal Nisman lo que pasó con el atentado a la AMIA. Que no termine siendo el muerto 86 del atentado a la AMIA 20 años después".