Este miércoles el mercado financiero Bovespa, en San Pablo, cerró el día con una caída de más 10% en los títulos, vendidos a R$8.60, casi $90.

Eso se dio porque el balance del tercer trimestre de 2014 de la empresa Petrobras fue entregado más de dos meses después de la fecha límite para reportarlo, según el derecho brasileño.

Estos balances presentaron una baja drástica del 38%, en comparación con el mismo período del año anterior, lo equivale a una pérdida de lucro de casi 2.000 millones de reales, o 20.000 millones de pesos uruguayos.

Además, este balance fue realizado sin una auditoría externa, otra fuente de temor para el mercado, y supuso otra caída en las acciones.

En la reunión de directivos de la empresa estatal no han sido mencionadas aún las pérdidas por esta "red de propinas" que se montó entre políticos y empresas por contractos exclusivos con la estatal. La reunión duró casi 14 horas con mucha tensión.

Según el periódico brasileño Folha de São Paulo, los directores llegaron a discutir el valor de R$ 88.000 millones de reales, o casi 900.000 millones de pesos uruguayos, solo en pérdidas de activos de la compañía tras los procesos por obras hechas con actos ilícitos.

Este valor no ha sido confirmado por la asesoría de prensa de Petrobras, que puso solamente una nota para los periodistas diciendo lo siguiente: "la compañía entiende que será necesario realizar ajustes en las demostraciones contables para la corrección de los valores de los activos fijos".

Por ahora no hay ninguna previsión de rueda de prensa de la presidenta Dilma Rousseff, quien está más preocupada con el tema de la sequía.

La semana pasada se anunció que la ciudad de San Pablo podría tener que pasar cinco días de la semana sin agua. Esa misma semana el gobernador de Rió de Janeiro, Luiz Fernando Pezão, ha tenido un encuentro con Rousseff porque esta ciudad está siguiendo el mismo camino.