El rol del BID en Haití a 5 años del terremoto
En contacto con La Mañana de El Espectador, Agustín Aguerre, uruguayo que está a cargo de los programas que implementa en Haití el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) contó que el banco canceló la deuda del país caribeño y que donará anualmente 200 millones de dólares hasta el 2020.
Hace dos semanas, en Haití se conmemoraron los cinco años de un terremoto que se cobró un cuarto de millón de víctimas mortales, y dejó a 1 millón y medio de personas viviendo en la calle.
El sismo golpeó a un país pequeño, con 9 millones de habitantes, que antes de la tragedia ya era el más pobre del hemisferio occidental.
Gobiernos y organismos multinacionales se volcaron en ayudas de distinto tipo. Uruguay, hasta hoy, mantiene cientos de cascos azules destacados allí.
Pero el balance de estos cinco años de colaboración internacional es mixto. Algunos informes señalan que la corrupción y los problemas de gestión de las donaciones han frenado la recuperación del país.
El gobierno de Michel Martelly no acabó de consolidarse y hace unos 20 días las cámaras del Parlamento se disolvieron. En nuestro país, algunos sectores vieron en esto la excusa perfecta para volver a reclamar al gobierno el regreso de los militares uruguayos que integran la Minustah (Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití).
En contacto con El Espectador, Agustín Aguerre, uruguayo que está a cargo de los programas que implementa en Haití el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) contó que el banco canceló la deuda del país caribeño y que donará anualmente 200 millones de dólares hasta el 2020.
Con respecto a la labor de los cascos azules uruguayos que apoyan la Minustah en Haití, Aguerre cree que han cumplido un papel importante.
"A pesar de la imagen internacional, Haití es un país donde uno circula por las calles sin miedo, uno va sin guardaespaldas. De a poco, se va restableciendo el clima de estabilidad y el país entero está agradecido por eso".
Escuche el contacto con Aguerre en La Mañana de El Espectador