Aylan Kurdi, el niño símbolo de la tragedia de los refugiados

La imagen del niño kurdo-sirio Aylan Kurdi ahogado en la playa turca de Bodrum se ha convertido en un símbolo de la tragedia de los refugiados sirios que escapan de la guerra en su país e intentan llegar a Europa.
"Tenía un nombre, Aylan Kurdi. Urgencia de reaccionar. Urgencia de una movilización europea", escribió hoy en Twitter el primer ministro de Francia, Manuel Valls, que pidió la rápida movilización europea para paliar el drama del éxodo de refugiados.
Il avait un nom : Aylan Kurdi Urgence d'agir Urgence d'une mobilisation européenne pic.twitter.com/d2wkTGAdhX
— Manuel Valls (@manuelvalls) septiembre 3, 2015
La fotografía del pequeño ha estremecido al mundo en las últimas horas, en las que se han sucedido los comentarios sobre la triste suerte de Aylan, de 3 años y procedente de la localidad kurda de Kobani, según los medios turcos.
La imagen muestra al niño con una camiseta roja y pantalones cortos, boca abajo en la arena con la cara en dirección al mar en el que se ahogó junto a otros 12 refugiados cuando intentaban alcanzar la isla griega de Kos.
Entre los ahogados estaba también el hermano mayor de Aylan, Galip, de 5 años, que aparece en otra foto en la que un gendarme turco lo lleva en brazos delicadamente, saliendo del agua del mar, para ser transportado a la morgue de un hospital.
También murió la madre de ambos, Rehan, y el único miembro de la familia rescatado con vida fue el padre, Abdulá Kurdi.
La familia procedía de Kobani, símbolo de la resistencia kurda ante el grupo terrorista Estado Islámico (EI), que la asedió durante meses, intentaba huir a Canadá, donde vive la tía de niño, que trabaja de peluquera.
Abdulá Kurdi, el padre de los niños ahogados, quiere llevar los cuerpos sin vida de sus hijos y su esposa a la ciudad siria de Kobani, informan los medios turcos.
En esa ciudad de mayoría siria del norte de Siria, murieron 16 miembros de la familia que combatían al grupo yihadista Estado Islámico (EI), según el relato de Abdulá Kurdi al diario Sol.
Ahora su deseo es enterrar junto a ellos los cuerpos de sus hijos y de su esposa.
Kurdi contó que la familia había pagado una suma a traficantes para que organizaran la travesía a la isla de Kos.
Pero "la guardia costera nos detuvo y después nos liberó. Esta vez nosotros mismos conseguimos el bote y empezamos a remar hacia Kos", agregó.
"Después de alejarnos unos 500 metros de la costa, en el bote empezó a entrar agua y se nos mojaron los pies. A medida que aumentaba el agua, cundía el pánico. Algunos se pusieron de pie y el bote volcó. Yo sostenía a mi mujer de la mano", recordó.
"Las manos de mis dos niños se escaparon de las mías, intentamos quedarnos en el bote, pero el aire disminuía. Todo el mundo gritaba en la oscuridad. Yo no lograba que mi esposa y mis hijos oyeran mi voz", añadió.
Relató cómo, fijando la mirada en las luces, consiguió nadar hasta la costa.
"Cuando alcancé la costa comencé a buscar a mi esposa y a los niños. Pensé que se habían asustado y escaparon. Llegué a Bodrum y no pude encontrarlos en nuestro punto de encuentro. Luego fui al hospital y me enteré de las tristes noticias", explicó.
Los cuerpos de sus tres seres queridos están ahora en el Instituto Forense de la provincia turca de Mugla y Kurdi quiere sacarlos de allí y llevarlos de vuelta a Kobani.
Julio Alonso en Rompkbzas
La autora de la foto, la periodista Nilufer Demir, confesó al diario Hürriyet que se le había helado la sangre cuando vio el cuerpo del pequeño con su camiseta roja.
"No podía hacer nada por él. Lo único que podía hacer es que su grito fuera oído en el mundo, y lo hice con su fotografía", dijo Demir. Relató que vio al hermano de Aylan a 100 metros de distancia y se percató de que ninguno de los dos llevaba un salvavidas.
Teema Kurdi, la tía de los niños que trabaja como peluquera en Canadá, dijo que la familia de refugiados de la guerra en Siria quería llegar a ese país, pero no pudieron obtener el visado cuando lo solicitaron en Turquía. EFE