Guillaume Delmas es casado, tiene 40 años, es publicista y padre de dos hijas. Fue uno de los rehenes que logró escapar de los terroristas que irrumpieron en el Bataclan el viernes 13 de noviembre durante el concierto de la banda californiana "Eagles of Death Metal".

El sobreviviente explicó que el hecho de que los atentados se hayan efectuado sobre bares y una sala de conciertos tiene un componente simbólico muy fuerte. Precisamente, el Bataclan es un teatro con mucha historia, en donde se promueve una movida contracultural que convoca regularmente a jóvenes amantes del rock y a un modo de vida burguesa. 

"Sé que en el extranjero los franceses son vistos como un pueblo muy liberal en sus costumbres, y en sus ideas políticas y sociales", comentó Guillaume Delmas, y que por esta razón, es importante tener en cuenta que no ha sido casualidad que esa haya sido la zona escogida, precisamente por ser representante de esta forma de vivir y de ser de los franceses.

El primer ministro francés bautizó a los fallecidos como una "generación Bataclan". Éstos son, como los describe Guillaume, gente joven, que trabaja en comunicación, diseño, publicidad; que tienen algo de hipster, sensibilidades progres, tolerantes.

París se caracteriza por tener una intensa movida musical, sobre todo de rock. Se concentran allí varias salas de conciertos de configuración similar a el Bataclan; teatros típicos del siglo XIX, con capacidad para 1.500 personas aproximadamente. "Hay mucha música en París", destacó.

El entrevistado comentó que es un asiduo concurrente de la sala de conciertos en la que se desarrolló el conflicto, "Llevo 25 años yendo al Bataclan, y conozco muy bien la sala, voy una vez por año".

Describió el ambiente parisino previo a los ataques, como un ambiente en el que reinaba el humor y la expectativa por ver a la banda. "Antes de que estos hijos de puta (sic) entraran había un superambiente, casi infantil", expresó.

Guillaume Delmas, testigo de aquella noche, relató: "Vinieron por atrás y oímos disparos muy fuertes. No había duda de que era un ataque". Él se encontraba con su mujer y con amigos, y en el momento en el que se echaron al suelo, se desorientó y ya no vio a ninguno de sus acompañantes.

"Los disparos siguieron sin parar. Yo me pude escapar al cabo de 10 minutos. Es como un instinto animal en el que decís 'este es el momento de huir'". Contó que fueron aproximadamente 10 las personas que corrieron para escapar por el lado izquierdo del escenario, pero que solo cuatro (entre ellos él) fueron los que pudieron huir sin recibir disparos.

Al salir del Bataclan, se encontró casualmente con unos amigos, luego vio salir a los terroristas desde dentro de la sala de conciertos y disparar a quienes estaban afuera.

"Hubo una especie de milagro cuando la gente que vive en esas calles nos abrió sus puertas", expresó Delmas. Quienes le ofrecieron refugio fueron tres mujeres musulmanas. "Sentías en la mirada de estas mujeres tenían vergüenza", aseguró.

En Francia viven hoy seis millones de musulmanes. Igualmente, la zona en donde se encuentra el Bataclan no es donde se está la mayor concentración. Con respecto a cómo son percibidos ahora los musulmanes franceses, Delmas cree que el pueblo francés sabe que quienes cometieron el atentado representa una parte ínfima de la población, por lo que se confía en todo el resto.

"En París la gente está en shock", fue lo que contestó cuando se le preguntó por el clima instaurado en Francia luego de ocurridos los atentados. Continuó diciendo que en París es en donde se observa una mayor conmoción y que, consecuentemente, se ha instalado un "gran movimiento de solidaridad y de amor". Y agregó: "la gente cuida de sus vecinos, es increíble. No estamos acostumbrados a estar así en Francia".

La población francesa se enmudeció tras lo acontecido, "están todos con preguntas y sin respuestas".

Guillaume Delmas no cree que los ataques hayan cumplido su cometido. "Los juzgamos de imbéciles porque no han entendido lo que han hecho. Cuanto más nos atacan más vamos a estar como somos. Es imposible que nos puedan dividir". Afirmó que ISIS ataca porque los franceses representan un modo de vida que "no va con los ideales de esa gente".  

Dijo que si bien no ha oído a nadie intentando justificar los atentados, es algo que "no se puede justificar, es indefendible". Aseguró que "en Francia se cree que puede haber un atentado en cualquier momento".

En relación a la decisión por parte del gobierno francés de atacar inmediatamente objetivos de ISIS en Siria, opinó que se trata de una respuesta natural, pero que representa una actitud que no contribuye a la conformación de un clima de paz. "Los responsables son los políticos que realizaron operaciones costosas, que contribuyeron al caos generalizado que estamos viviendo. Porque no contribuyen a la paz interna de Francia", sentenció.