La entrevista de Sean Penn despertó las críticas y el repudio de varios periodistas mexicanos. Javier Garza Ramos escribió una nota de opinión para El País de Madrid titulada "El ‘peligro’ de entrevistar al Chapo";.
"Es una entrevista que se da en un contexto muy doloroso, en un contexto en el que los periodistas mexicanos todavía no digerimos la violencia que el narcotráfico ejerce en contra de periodistas porque no le gustan las coberturas" explicó Garza.

"Leer a Sean Penn que se anda pasando por la sierra de manera intrépida y valiente con un puñado de narcotraficantes es francamente chocante para personas que hemos cubierto el narcotráfico y hemos visto lo que esos traficantes son capaces de hacer".

"La calidad de la entrevista se debe a los méritos periodísticos de Sean Penn y también a los controles de calidad de la revista Rolling Stone, que a lo mejor están dispuestos a dejar pasar una historia con muchísimas fallas y deficiencias como la que entregó Sean Penn por el poder de la firma, porque es Sean Penn, una persona muy reconocida"; consideró el periodista mexicano, que explicó que este no es el problema.

"Que Sean Penn sea o no periodista no es el debate. Hay gran periodismo hecho por no periodistas. Para mí el problema es pretender que está cubriendo el narco, pretender que así se cubre el narco, darle una imagen glamourizada de la cobertura del narco que está alejadísima de la realidad que vivimos en México". "Leerlo describiendo eso es hasta en cierto punto una falta de respeto al trabajo que han hecho periodistas mexicanos" sentenció Garza.

El Chapo y la prensa mexicana

"Cantidad de reportes hechos por organizaciones internacionales dedicadas a la libertad de expresión hablan sobre reporteros asesinados, reporteros secuestrados, reporteros golpeados, reporteros amenazados, medios de comunicación atacados a balazos, con granadas, con explosivos, porque publicaron cosas que a un jefe del narcotráfico no le gustó que se publicaran, porque publicaron detalles sobre las operaciones de un cártel" relató Garza.

"Todos estos crímenes están documentados y se cuentan por docenas en México, atribuidos al Cártel de Sinaloa o a otros cárteles. En (mi) artículo refiero 17 homicidios en los últimos diez años, ocurridos en los estados de Sinaloa, Sonora, Chihuahua y Durango, que son los estados donde el Chapo tenía sus guaridas".

"El Cártel de Sinaloa ejerce violencia sobre los medios de comunicación. Si el Chapo lo ordenó o no lo ordenó no me importa, es su organización, son sus subordinados. Que no me vengan aquí con que es una persona muy buena gente que se junta a comer carne asada y tacos con un periodista".
¿México está cerca de la legalización?

Le preguntamos a Garza cómo estaba la discusión sobre la legalización en México. En un país con tantos problemas con el narcotráfico, ¿es factible legalizar la marihuana, por ejemplo? ¿El público en general considera que es una buena alternativa al combate contra las drogas?

"No hay un consenso" aseguró Garza, "pero la legalización no necesariamente es la solución a esto porque en el momento en que un grupo criminal sabe que le puede ganar al Estado, sabe que con su poder de fuego, con su logística, le gana al Estado, no importa si está traficando marihuana, cocaína, metanfetamina, secuestrando, extorsionando o tratando personas. Sabe que le están ganando al Estado entonces pueden dedicarse a cualquier actividad ilícita".

"Si legalizas la marihuana se van a poner a traficar cocaína, si legalizas la cocaína se van a poner a traficar metanfetamina, legalizas la metanfetamina se van a poner a secuestrar, ¿no podemos legalizar todo eso, no? Entonces el chiste no es la legalización, es construir un Estado de Derecho para asegurarnos que si se legaliza, el Estado puede tener las herramientas para mantener acotado el intercambio de drogas".

Narcos filántropos

En muchos casos los capos del narcotráfico se presentan a sí mismos como filántropos, hombres de negocio que mejoran la sociedad.

"En muchos casos hay un cooptación, particularmente en comunidades más pequeñas, en el que los cárteles ganan la buena voluntad de la gente a través de canchas, escuelas, una iglesia, les ponen un bancos de alimentos, dispensarios, hospitales… y este es un problema para el Estado, el narco está supliendo al Estado. Por eso primero el Estado tiene que instalarse como la fuerza dominante en la sociedad mexicana y después empezar a hablar de otras cosas" reflexionó Garza.