Brasil movilizado y polarizado
Daniel Rittner, corresponsal de Rompkbzas en Brasil dijo que para el domingo están previstas movilizaciones en todas las capitales del país, y consideró que son "clave para que suceda un impeachment".
La Fiscalía de Sao Paulo pidió ayer prisión preventiva para el ex presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, en el proceso que se investiga la ocultación del tríplex de lujo que supuestamente posee en Guarujá, litoral de São Paulo. Le acusan por blanqueo de capitales y falsedad ideológica por, supuestamente, haber recibido el tríplex como pago de la trama corrupta de Petrobras.
La Fiscalía argumenta que la prisión preventiva es "necesaria para garantizar el orden público, la instrucción del proceso y la aplicación de la ley penal".
Para la Fiscalía, mantener a Lula en libertad puede implicar una complicación extra debido a que el expresidente podría destruir pruebas que lo incriminaran en el delito. Los fiscales también pidieron la prisión preventiva del ex presidente de la constructora OAS dueña del departamento, José Adelmário Pinheiro, y del ex tesorero del PT Joao Vaccari Neto.
Rittner dijo que "la sociedad civil se está radicalizando, polarizando y yendo a extremos";.
Explicó que Dilma Roussef necesita 131 congresistas para evitar el impeachment. Según Rittner el apoyo hoy es de unos 190 legisladores.
El Partido de los Trabajadores estaba convocando a los militantes a manifestarse de forma paralela a las marchas en contra del gobierno. Por razones de seguridad y para evitar enfrentamientos, el gobierno de Sao Paulo pidió suspenderlas por lo que el partido de gobierno evalúa convocarlas para algunos días más tarde.
El corresponsal dijo que además el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) tiene una convención el sábado en la que podría decidir tomar distancia del gobierno. "Hay señales de los partidos políticos de la base de la coalición de gobierno de rompimiento", indicó.
En cuanto a la situación de la detención del ex presidente Lula Da Silva, indicó que hay una percepción de exageración desde sectores oficialistas y opositores. Algunos analistas dicen que pedir la prisión preventiva de Lula fue una exageración.
De hecho, indicó que esta acción "pudo haberse pasado un poco de los límites y causar un impacto político negativo para el proceso de impeachment.";