Continuidad y cambio en el gabinete de Bush
El reelecto presidente de Estados Unidos, George Bush, conformó su gabinete apelando a quienes le fueron más leales durante su primer período. Desde Boston, el corresponsal Roberto Porzecanski.
(Emitido a las 08.30)
EMILIANO COTELO:
Aunque parezca mentira, las especulaciones, polémicas y novedades respecto a quién ocupará qué Ministerio no han sido patrimonio exclusivo de los uruguayos en los últimos dos meses. Estados Unidos ha estado envuelto, desde el día después de las elecciones que resultaron en la reelección de George W. Bush, en un proceso similar. Esta mañana les proponemos mirar de cerca este proceso, en un contacto con Roberto Porzecanski, corresponsal de En Perspectiva en Estados Unidos.
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Roberto, ¿cuáles han sido los hechos más importantes a destacar en la nominación del próximo gabinete?
ROBERTO PORZENCANSKI:
En un gabinete compuesto por 15 secretarios más cuatro cargos que podríamos llamar de rango ministerial, claramente cuatro secretarías son las que se llevaron la atención en las últimas semanas: Defensa, Estado, Justicia, y Seguridad Interna, o "Homeland Security."
EC - ¿Empecemos por la Secretaría de Defensa, respecto de la que ha habido mucha polémica, verdad?
RP - Sin duda, ya que el presidente Bush ha decidido confirmar en su cargo al actual secretario de Defensa, Donald Rumsfeld. Rumsfeld, que nunca ha sido una figura particularmente popular, en especial desde la guerra en Irak, ha sufrido muchísimos ataques en los últimos días. Por lo tanto, su confirmación en el cargo es por un lado sorprendente, pero por otro lado es una muestra de los criterios que ha utilizado el presidente Bush al designar a su gabinete: ser leal con quienes le han sido leales.
EC - Tu decías que Rumsfeld ha sufrido diversos ataques en los últimos días, ¿a qué te referías?
RP - Lo principal y lo que ha tenido más visibilidad es lo que pasó el miércoles de la semana pasada. Allí, en un encuentro que Rumsfeld tuvo en Kuwait con tropas que están combatiendo en Irak, recibió un dura crítica nada menos que de uno de los soldados, quien se quejó que las tropas en Irak están teniendo que hurgar en la chatarra de vehículos destruidos para encontrar materiales para blindar sus propios vehículos. La respuesta de Rumsfeld, quien dijo que "uno va a la guerra con el ejército que tiene y no con el ejército que a uno le gustaría tener" enfureció aún más a los soldados y a muchos aquí en Estados Unidos.
EC Esa frase de Rumsfeld me sonó a una muy popular entre nosotros: "es lo que hay valor".
RP Exactamente. Sin embargo como estamos hablando de una guerra de opción y no de necesidad, esa frase no cayó muy bien entre la gente.
Frente a esto, y frente a la creciente tensión en Irak, muchos dirigentes, demócratas y republicanos, han criticado duramente a Rumsfeld. Entre ellos, nada más ni nada menos que Richard Lugar, el senador republicano que preside el Comité de Relaciones Exteriores del Senado, una figura muy influyente. Además, una encuesta divulgada el pasado martes por el Washington Post indica que el 52% de los norteamericanos cree que Rumsfeld debería renunciar, y un 56% respondió que la guerra en Irak no ha valido la pena.
Pero, cabe recordar que si bien la dimensión del fenómeno es nueva, la renuncia de Rumsfeld ha sido reclamada desde varios sectores desde hace muchos meses, en particular desde el escándalo en la prisión de Abu Ghraib.
Frente a todo esto, sin embargo y como decíamos antes, Bush ha decidido darle su apoyo, y Rumsfeld seguirá siendo en secretario de Defensa.
EC - Pasemos al Ministerio de Justicia, ¿qué ha pasado allí?
RP - Esta es sin duda una Secretaría ocupada hasta ahora por uno de los personajes más polémicos, John Ashcroft, a quienes muchos han acusado seriamente de limitar las libertades civiles en el marco de la lucha contra el terrorismo. Ashcroft, quien renunció aparentemente por motivos de salud, será reemplazado por Alberto González, que hasta ahora se ha desempeñado como Consejero Legal de la Casa Blanca. González, nativo de Texas pero de familia mexicana, fue también juez de la Suprema Corte de Justicia del Estado de Texas cuando el presidente Bush era Gobernador de ese Estado.
En este caso, aunque hay un cambio, el cambio es de un personaje polémico a otro personaje polémico.
EC - ¿Por qué dices esto?
RP - Porque González es el autor de un memorando que ha ganado muchísima notoriedad. En ese memorando, el futuro ministro de Justicia hizo un intento de defender lo que sucedió en Abu Ghraib, no en materia moral pero si en materia legal, aduciendo que Estados Unidos no había violado ninguna de las convenciones internacionales de las que es parte. Algo que claramente no es verdad. González también cumplió, al igual que su antecesor, un papel importante en el diseño de la legislación llamada Acto Patriótico o "Patriot Act", que ha sido muy criticada por los defensores de las libertades civiles en particular y gran parte del público en general.
EC - Pasemos al Departamento de Estado, que sabemos desde hace tiempo estará ocupado por Condoleeza Rice, en lugar del renunciante Colin Powell. ¿Cómo hay que leer este hecho?
RP - No hay demasiadas formas posibles de leerlo. Está claro que la posición de Powell era insostenible, ya que discrepaba y chocaba continuamente con quienes terminaron prevaleciendo en la administración, precisamente Rumsfeld y Rice, junto al vicepresidente Cheney. Ya que estamos hablando de polémicas, con la partida de Powell parece claro que las polémicas se terminarán, dentro de la administración y no afuera, claro.
EC - Y la designación de Rice, ¿que representa?
RP - Representa por un lado un fenómeno muy normal aquí en Estados Unidos, que los presidentes que son reelectos busquen obtener mayor control sobre su propio Poder Ejecutivo, nombrando como Secretarios a quienes en el primer período trabajaron con el presidente en la Casa Blanca. Tanto la designación de Rice como la de González forman parte de este fenómeno.
La otra interpretación evidente de la designación de Rice es que Bush ha aumentado el control sobre su política exterior, ya que cuenta con personas muy leales y afines a su visión en los tres puestos clave: Defensa, Estado y Seguridad Nacional. Quien sucederá a Rice como Consejero en Seguridad Nacional es quien hasta ahora fuera su asistente, Stephen Hadley, un hombre también muy leal al presidente Bush.
EC - ¿Es decir que el requerimiento de lealtad ha estado presente en todas las designaciones?
RP - Si, y en cierta medida eso, en el caso de la Secretaría de Seguridad Interna le costó muy caro al Presidente. Su designación de Bernard Kerik, quien fuera Comisionado de Policía de Nueva York durante y después del 11 de setiembre, resultó en un fiasco para la administración.
EC - ¿Por qué?
RP - Kerik, un fiel seguidor del presidente que además hizo campaña activamente tuvo que retirar su nombre como nominado al cargo luego de que se filtrara la información de que había empleado como niñera a una inmigrante ilegal. Después de esta acusación empezaron a aflorar varias más, en general bastante más graves que la primera. Bush aún no ha designado a un nominado alternativo para el puesto, que por lo tanto por ahora está vacante.
Este episodio ha sido grave no solo por la experiencia de Kerik en sí, sino porque ha dejado entrever que el proceso a través del cual la Casa Blanca hace las designaciones y las verificaciones que son imperativas en el proceso estaban siendo aceleradas por el presidente.
EC - ¿Algo más?
RP - Podríamos mencionar brevemente lo que ha pasado en la Secretaría del Tesoro donde el presidente le ha pedido al actual Secretario, John Snow, a pesar de no ser santo de su devoción, que se quede "hasta nuevo aviso." Esto, aparentemente, se explica por la dificultad del presidente en encontrar un sucesor que quiera hacerse cargo de tres enormes problemas como el creciente déficit fiscal, la financiación de la guerra en Irak y la reforma de la seguridad social. Esto último es algo inevitable ya que en pocos años empezarán a retirarse los llamados "baby boomers", la generación que nació después de la segunda guerra mundial, poniendo una presión que el sistema tal como está no será capaz de soportar.
EC - En resumen, Roberto, ¿qué saldo deja el nuevo gabinete?
RP - En definitiva y en pocas palabras, el nuevo gabinete ha sido un gabinete conformado en base a lealtad personal y programática con el presidente y un gabinete que le da a Bush mucho más poder del que ya tenía sobre la formulación e implementación de su política exterior.