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La política en Venezuela cede espacio a la "locura cambiaria"

La política en Venezuela cede espacio a la "locura cambiaria"
EFE

De alguna manera hay que identificar lo que ocurre con la moneda venezolana. El bolívar, está sometido a un control de cambio con dos tasas oficiales, muy distantes: una de diez bolívares por dólar para gastos del Estado, otra de 600 bolívares por dólar para importaciones, y una tasa de mercado libre, paralelo o negro, donde la divisa estadounidense se tranzaba hasta hace un mes a unos 1.000 o 1.100 bolívares por dólar.

Análisis de Humberto Márquez, corresponsal de La Mañana en Venezuela.

Daniel Castro: ¿Qué es esto de la locura cambiaria?

Humberto Márquez: Pero en las últimas semanas el dólar paralelo o negro ha subido de precio y cambiado de valor hasta 10 por ciento en un solo día. Cuando conversamos hace una semana en este espacio, La Mañana, el cambio era de unos 2.000 bolívares por dólar, pero ayer Martes rozó los 4.000 bolívares, se cotizó a 3.986, según páginas web que siguen o hacen de marcadores de ese mercado negro.

Es una noticia muy dura para un país dependiente de las importaciones no solo en repuestos o maquinarias, sino en alimentos y medicinas.

Los economistas señalan que el problema es la escasez de dólares, a pesar de ser un país petrolero. Las reservas internacionales han caído a su nivel más bajo en este siglo, unos 10.000 millones de dólares, o sea que son menores que las de Uruguay o Bolivia, y las reservas fácilmente transables, líquidas, el efectivo, son de apenas decenas o cientos de millones.

Daniel Castro: ¿Qué significa eso para Venezuela, para el futuro inmediato?

HM: Pues que no hay dólares para los ciudadanos, el Estado es dueño de la industria petrolera que genera las divisas. La escasez de dólares dispara el tipo de cambio que hunde la moneda local, según economistas independientes.

Esos mismos economistas pronostican que en las semanas o meses por venir se puede acentuar entonces la inflación, que ya es récord internacional, y también la escasez de bienes esenciales que ha azotado a Venezuela en los últimos dos años y que ha derretido la popularidad del presidente Nicolás Maduro según todas las encuestas.

DC: Mencionabas, Humberto, un tema de crímenes a manos de militares ¿qué ocurre?

HM: Es que hace un año el gobierno del presidente Maduro ordenó desplegar comandos de policías y militares para combatir la delincuencia en operativos especiales en ciertas zonas azotadas por el hampa, bautizados como OLP, Operaciones de Liberación del Pueblo.

Las organizaciones de derechos humanos han denunciado excesos en estas operaciones, ejecuciones extrajudiciales en distintos casos, con centenares de víctimas. Y en la última semana han sido la Fiscalía, el Ministerio Público, y el Ministerio de la Defensa, los que han informado de dos masacres atribuidas a efectivos militares.

Nueve de esas muertes ocurrieron en Cariaco, un pueblo de pescadores en el noreste del país, el pasado día 11, y se imputó a cinco efectivos de la Guardia Nacional, una policía militarizada. Y esta semana la Fiscalía y el Ministerio de la Defensa han señalado, destituido y entregado a tribunales a un teniente coronel y diez suboficiales del Ejército, porque en Octubre desaparecieron , asesinaron y enterraron en fosas comunes a por lo menos 12 habitantes de Barlovento, un sector rural a unos 50 kilómetros al este de Caracas.

DC: Pero las autoridades han reconocido los hechos y actuado contra los responsables.

HM: Así es. Incluso ayer el parlamento llegó a uno de los rarísimos acuerdos unánimes entre oficialismo y oposición para condenar los crímenes de Barlovento, pero queda pendiente la discusión sobre estas operaciones ordenadas por el Gobierno y si el peso de las culpas o los errores caerá sobre los ministros o altos funcionarios, o sólo sobre los ejecutores.

DC: Lo que nos lleva de nuevo a la política que tanto divide a Venezuela.

HM: Y la cual cedió espacio a estos otros temas durante unos días, como decíamos al comienzo, con un oficialismo y una oposición que dialogan a regañadientes delante de enviados de El Vaticano y algunos ex presidentes de la región, para llegar a algunos acuerdos mínimos.

La próxima reunión será el Martes 6 de Diciembre, cuando los sectores políticos de nuevo se sentarán a dialogar. Líderes de la alianza opositora Mesa de Unidad Democrática ha dicho que si no hay avances para una solución electoral pronta para la crisis, deberán abandonar ese diálogo. Veremos qué pasa dentro de una semana.

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