Venezuela entra nuevamente en batalla de opinión con EEUU
¿Ha respondido Venezuela a las acusaciones estadounidenses de narcotráfico, nada menos que sobre su Vicepresidente? Análisis del periodista venezolano, Humberto Márquez, en La Mañana de El Espectador.
Escuche el audio aquí:
El vicepresidente Tareck El Aissami publicó una respuesta a página completa en el diario The New York Times para rechazar y refutar las acusaciones de ser un peso pesado del narcotráfico, que le hizo el Departamento del Tesoro de Estados Unidos. De ese modo, el careo diplomático dio paso a una nueva batalla por ganar opinión pública en el Norte y en Venezuela.
¿Qué planteó el vicepresidente El Aissami?
El vicepresidente El Aissami --debemos recordar que asumió su cargo en Enero y no es elegido, sino designado por el presidente-- dijo a Steven Mnuchin, secretario del Tesoro de Estados Unidos, que fue engañado por grupos de interés empeñados en dañar la revolución bolivariana de Venezuela y las relaciones entre Washington y Caracas.
También aseguró que cuando fue ministro de Interior a cargo de la lucha antidrogas se detuvo a más de 100 capos del narcotráfico, y de ellos 21 fueron deportados a Estados Unidos y 36 a Colombia. Y además se hicieron grandes incautaciones de alijos de droga.
El Departamento del Tesoro lo acusó de financiar y apoyar la introducción de grandes cantidades de drogas a Estados Unidos y de apoyar al cartel criminal mexicano Los Zetas. Por eso, ordenó incautarle bienes y prohibirle transacciones que pasen por Estados Unidos.
El Aissami aseguró que no posee bienes ni cuentas bancarias en Estados Unidos u otro país extranjero. Las medidas del Tesoro afectaron hasta ahora los bienes de un empresario, Samark López, señalado de ser testaferro del vicepresidente venezolano.
Este ping-pong lucha por la opinión pública.
Sí. Un dato revelador es que apenas apareció el aviso a página completa, activistas de oposición, unos cuantos medios de comunicación nacionales e internacionales, y montones de usuarios de las redes sociales se lanzaron no sobre el contenido, sino sobre el costo de la publicación, que debe rondar los 200.000 dólares. "¿Quién pagó la publicación";, se preguntaban. Obviamente no fue El Aissami, porque justamente el Departamento del Tesoro le prohibió hacer transacciones. Consideran algunos críticos que es un contrasentido hacer ese alarde de dinero. Y la mayoría ha sacado cuentas, como que con ese monto se paga el salario básico mensual de 5.000 obreros en Venezuela, o que se pueden comprar toneladas de medicinas que están muy escasas en este país.
De su lado, el Gobierno del presidente Maduro inscribe esta polémica en la lucha que tiene el imperio estadounidense contra su proyecto político, y contra Venezuela según sus acusaciones. Por eso le ha ordenado a El Aissami que se defienda en todos los terrenos.
¿Por qué destacan la discusión sobre el costo de un aviso de prensa?
Por los niveles de inflación, de escasez y de empobrecimiento en Venezuela. Lo que significan 200.000 dólares para el común de la gente.
Acaba de publicarse un estudio de tres universidades, dos públicas y una privada. Con encuestas a 6.500 familias en todo el país. Dice cosas como que a 93 por ciento de los venezolanos no le alcanza el dinero para comprar la comida que necesitan, que 72 por ciento de los consultados perdieron peso el año pasado de manera no voluntaria, que un tercio de la población hace dos o menos comidas al día y que la pobreza general alcanza a 82 por ciento de los hogares. Hay alertas de que la pobreza de esta coyuntura tiende a hacerse estructural, es decir, permanente.
El Gobierno mantiene la entrega a precios subsidiados de bolsas o cajas con alimentos hasta una vez al mes para centenares de miles de familias (Venezuela tiene 31 millones de habitantes, siete millones de hogares); y construye y entrega decenas de miles de viviendas a familias pobres, mientras las quejas por escasez y carestía se mantienen.
Recuérdanos, Humberto, el dato de inflación en Venezuela
No se entregan desde hace un año cifras oficiales, del Gobierno o del Banco Central. Economistas independientes la calcularon en 500 por ciento para el año pasado. Y ahora la Asamblea Nacional, de mayoría opositora, decidió crear un índice de inflación, hizo sus propios estudios y la ubicó en 680 por ciento anualizada, de Enero 2016 a Enero 2017, es decir, es la más alta del mundo.
Esto de que la Asamblea Nacional, el parlamento, establezca un índice de inflación es apenas otra muestra de la confrontación entre poderes que ha vivido Venezuela el último año, y que continúa a la espera de que la diplomacia internacional pueda detenerla o disminuirla.
Como destacaron analistas en La Mañana de El Espectador el lunes pasado, la situación en este país ha sido complicada y se mantiene complicada.