¿Qué es esto de "mano de hierro"; que pide el presidente venezolano, Nicolás Maduro?

Se trata de un discurso del presidente Nicolás Maduro ayer Jueves en un mitin en Caracas en el que solicitó a los poderes públicos, es decir, a los tribunales y a la Fiscalía, que actúen con "mano de hierro"; frente a "quienes piden la intervención de nuestro país, en el extranjero";, según dijo.
El Gobierno de Maduro sostiene que los viajes a Norteamérica de políticos opositores venezolanos y sus reuniones con autoridades y congresistas de ese país propician una intervención --política, diplomática, de cerco económico y quizás hasta militar— de Estados Unidos contra Venezuela.

Es un señalamiento muy amplio, porque dirigentes de la oposición y también activistas de Derechos Humanos han comenzado a pedir, nuevamente y con vehemencia, que la Organización de Estados Americanos atienda el pedido de su secretario general, el uruguayo Luis Almagro, para que se aplique a Venezuela la Carta Democrática que esa organización, la OEA, adoptó hace 15 años.
Si se aplica la Carta Democrática, con los votos de dos tercios de los países del hemisferio, vendría a Caracas una misión de la Organización para buscar soluciones a la crisis política y a las carencias humanitarias, de medicinas y alimentos de la población.

Pero el Gobierno, comenzando por el presidente Maduro, sostiene que esa aplicación de la Carta Democrática es un pretexto o un primer paso para una intervención abierta, incluso por la fuerza, de Estados Unidos con sus aliados contra Venezuela.

¿Quiénes piden en Venezuela que se aplique la Carta Democrática?

Prácticamente todos los dirigentes de la oposición, y la mayoría opositora en la Asamblea Nacional, el parlamento cuyas atribuciones han sido reducidas al mínimo mediante sentencias del Tribunal Supremo de Justicia, que coincide con el Gobierno. Incluso la Asamblea ha pedido a gobiernos como el de Brasil que presionen en la OEA para que se aplique la Carta Democrática a la brevedad posible.

Son dirigentes como Julio Borges, presidente del parlamento, Henrique Capriles, ex candidato presidencial, Henry Ramos, del principal partido socialdemócrata, o Lilian Tintori, esposa del dirigente encarcelado Leopoldo López, y quien fue recibida el pasado Febrero en la Casa Blanca por el presidente estadounidense Donald Trump. Hay otros parlamentarios y dirigentes menos conocidos, que han viajado al exterior para promocionar el tema de la Carta Democrática.

Ya se verá si en efecto hay acciones judiciales y contra cuáles dirigentes.

¿Puede también verse como parte de la contraofensiva política internacional del presidente Maduro?

Sin duda. El Gobierno dio esta semana nuevas muestras de que no deja pasar ninguna crítica o ataque en el ámbito internacional, y de que mantiene la iniciativa. De nuevo fue un blanco el ex canciller uruguayo Luis Almagro, pues Maduro lo llamó "Luis Almugre";. Pero la confrontación mayor ocurrió con el presidente del Perú, Pedro Pablo Kuczynski.

Kuczynski dijo en la Universidad de Princeton, Estados Unidos, que Washington presta mayor interés a regiones conflictivas del mundo y menos a América Latina, que es como un perro tranquilo, echado, que no da problemas, excepto Venezuela, que sí es un problema. Kuczynski acusa a Maduro de no ser demócrata y mantener presos políticos.

Maduro exigió a Kuczynski que se retracte de haber comparado a la América Latina con un perro echado, y su canciller, Delcy Rodríguez, dijo que "Kuczynski sí es un perro, que le mueve la cola al imperio";. Perú llamó a consultas a su embajador en Caracas, para protestar, y Maduro ordenó enviar una nota de protesta a Lima.

Rodríguez también cargó contra el nuevo canciller de Brasil, Aloysio Nunes, porque ese ministro se estrenó con una crítica al gobierno venezolano, y además hubo rechazo a declaraciones del alto comisionado de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, Zeid Ra'ad al Hussein, quien pidió liberar a políticos presos en Venezuela.

Los cancilleres del Mercosur se reunieron ayer Jueves en Buenos Aires sin Venezuela, que permanece excluida del grupo, y debieron tratar la situación venezolana, aunque su mayor interés estuviera en la negociación de un acuerdo comercial con la Unión Europea.

Y mientras tanto ¿en qué andan los partidos políticos en Venezuela?

Ocupados en relegitimarse si quieren participar en unas eventuales elecciones. Es que la polarización política en Venezuela dejó como únicas fuerzas reconocidas por el Poder Electoral al Partido Socialista Unido, de Gobierno, y a la coalición opositora Mesa de Unidad Democrática.

Pero los partidos que integran esa Mesa, que son 27, algunos de regular tamaño, otros muy chicos, deben renovar sus nóminas en un proceso complicado, ante máquinas lectoras de huellas digitales que estarán a disposición de los posibles militantes apenas durante unas horas de un solo fin de semana para cada organización, y además con los aspirantes en fila compitiendo por un turno ante las máquinas con militantes de otro partido.

El pasado fin de semana dos partidos opositores trataron de cumplir con el proceso y solo uno pudo lograrlo. Algunos partidos ya han tirado la toalla y rechazaron someterse a ese procedimiento. No solamente opositores, sino también oficialistas, como el pequeño y tradicional Partido Comunista.
Este fin de semana hará la prueba Voluntad Popular, un partido que trata de hacer oposición radical a Maduro y tiene a unos cuantos dirigentes presos, de los cuales el más emblemático es su fundador, Leopoldo López.

¿Y hay señales de mejoría para la población, en el panorama económico, que ha estado en crisis desde hace más de dos años?

Esa situación sigue igual, marcada por la que se considera la inflación más alta del planeta. Como el Banco Central no entrega cifras del costo de vida, los economistas de la Asamblea Nacional, opositora, comenzaron a establecer y publicar sus propios índices. Han dicho que la inflación para Enero y Febrero de este año suma 42 por ciento, y proyectan que anualizada puede legar a 700 por ciento.

Es apenas un indicador. Hay otros también severos, en alimentación, salud y criminalidad, que dan cuenta de un malestar o crisis social que se prolonga al paso de los meses, tiene al Gobierno con muy bajo respaldo popular según las encuestas, y todo eso quizá explique porqué desde el poder no hay interés en atender los llamados a elecciones, a pesar de que los gobernadores regionales y las alcaldías tienen sus mandatos vencidos.

La Mesa opositora ha reiterado que su objetivo es lograr un cambio pacífico de Gobierno, y quiere empujarlo en unas elecciones regionales si se realizan este año. Y el Gobierno ha reiterado que sectores de la oposición quieren la desestabilización y la intervención extranjera, y a sus llamados de alerta y movilizaciones ahora le agregará la prometida "mano de hierro";.