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La OEA es escenario de nueva batalla política sobre Venezuela

La OEA es escenario de nueva batalla política sobre Venezuela
EFE

Análisis del periodista, Humberto Márquez, corresponsal de Venezuela en La Mañana.

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¿Venezuela queda en el banquillo de los acusados este martes?

Al menos Venezuela es en estas horas el principal tema de la diplomacia en el hemisferio, porque esta tarde en Washington el Consejo de la OEA, los embajadores de los 34 integrantes de la Organización de Estados Americanos, van a analizar la situación política de este país petrolero, después del jaque que le ha dado el secretario general, el ex canciller uruguayo Luis Almagro.

La base para ese debate en el seno de la organización hemisférica es el informe que este mes presentó el secretario general Almagro, en el que planteó aplicar la Carta Democrática Interamericana, un compromiso colectivo firmado en 2001.

Con la Carta se trata de presionar al gobierno del presidente Nicolás Maduro para que libere a un centenar de presos políticos, convoque elecciones --Almagro las quiere generales, es decir, que se incluya la elección de un nuevo presidente y no solamente de autoridades regionales y alcaldes-- y respete las decisiones de la Asamblea Nacional, el parlamento donde la oposición tiene mayoría.

Venezuela ha pedido que se suspenda esa reunión y su canciller, Delcy Rodríguez, habló ayer lunes ante ese mismo Consejo de la OEA para acusar a Almagro --sentado a su lado-- de ser pieza clave en una estrategia de intervención extranjera en este país petrolero.

La canciller Rodríguez no se ahorró calificativos para el secretario Almagro, al que llamó "mentiroso, deshonesto, malhechor, mercenario o traidor de todo lo que representa la dignidad de un diplomático latinoamericano";.

¿Estamos entonces ante un debate personalista, entre responsables diplomáticos?

No, es el modo de ponerle rostro a esta situación, pero la reunión de debate en la OEA es sobre el fondo de la crisis política y la pidieron 18 gobiernos, incluyendo los países más grandes del hemisferio, como Estados Unidos, Canadá, México, Argentina o Brasil, otros sudamericanos como Uruguay, algunos de Centroamérica e incluso algunos del Caribe.

Catorce de esos países produjeron una declaración que aboga por libertad de políticos presos y pide un calendario electoral para Venezuela. Pero no quieren tratar todavía algo como la suspensión de Caracas de la OEA, y más bien apuestan por el diálogo entre gobierno y oposición, que está actualmente suspendido.

A Venezuela la apoyan gobiernos como los de Ecuador, Bolivia, Nicaragua y El Salvador. De modo que la llave para una mayoría de dos tercios, 24 de los 34 países de la OEA, que podrían adoptar medidas políticas fuertes frente a Caracas, la tienen la docena de pequeños Estados de habla inglesa en el Caribe, y con ellos Venezuela ha tejido buenas alianzas, principalmente para el suministro del petróleo que necesitan.

Además de los gobiernos hay fuerzas políticas, grupos sociales y personalidades que toman partido en esta lucha política y diplomática. Por ejemplo, algunos integrantes del Frente Amplio uruguayo y la central sindical PIT-CNT han apoyado al gobierno del presidente Nicolás Maduro en esta confrontación.

Y dentro de Venezuela ¿hay tensión por esta batalla diplomática en la OEA?

En el país político, sí; porque la Asamblea Nacional apoyó el pedido de Almagro para que se invoque la Carta Democrática y la comunidad de países americanos tome un papel más activo, sobre todo para que se realicen elecciones y se libere a políticos opositores.
Y el Partido Socialista Unido, de gobierno, ha pedido medidas contra todos los políticos que de una u otra manera animen una intervención o aplicación de la Carta Democrática, y este martes, dentro de unas horas, habrá en Caracas una marcha de apoyo al Gobierno.

En los últimos días se presentaron otros dos hechos de política internacional que son importantes. Uno es que soldados venezolanos acamparon e izaron su bandera en un paraje junto al río Arauca, que marca parte de la frontera con Colombia, y que según Bogotá es territorio colombiano. Hubo fricción diplomática por el asunto, Colombia movilizó tropas y el incidente se superó con el retiro de los destacamentos venezolanos después que el presidente colombiano Juan Manuel Santos telefoneó a Maduro. Pero la situación internacional de Venezuela pudo tener allí un nuevo elemento de complicación.

Otro hecho es que el presidente Maduro pidió por primera vez ayuda internacional en medicinas, en una reunión con una representante del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo. Eso significa, según la oposición y los gremios médicos, que admite que en Venezuela se vive un clima de emergencia o de necesidad en materia de salud.

Incluso de suministro de combustibles, según se ha informado desde Caracas.

En efecto, la última semana la escasez de gasolina, que afecta puntualmente a algunas regiones del país, alcanzó a la capital, Caracas, durante un par de días, disparó alarmas y agregó colas de automovilistas a las diarias que se hacen a pie para comprar pan y otros alimentos o artículos de higiene.
Llamó la atención porque Venezuela es un país que exporta petróleo desde hace un siglo, tiene las reservas de crudo pesado más grandes del planeta y una de las mayores refinerías del mundo, pero en los últimos años su principal industria enfrenta problemas, importa componentes para elaborar gasolina y, por añadidura, la vende en el mercado doméstico a mucho menos de un centavo de dólar el litro, en otro de los contrastes que necesariamente hay que relatar de este país.

Y, mientras tanto, ¿en qué andan los partidos políticos de Venezuela?

Los partidos opositores se han dedicado durante los últimos fines de semana a revalidar sus nóminas, llevando gente ante puntos dispuestos por el poder electoral, con máquinas que captan huellas dactilares, para que figuren como inscritos en las organizaciones y así tener derecho a participar en eventuales elecciones. Los principales lo han logrado, el domingo completó ese trabajo Acción Democrática, un partido socialdemócrata que gobernó varias veces el siglo pasado, con presidentes como Rómulo Betancourt y Carlos Andrés Pérez.

Los dirigentes de los partidos han comenzado a anunciar algunos nombres, de quienes serían sus precandidatos para elecciones presidenciales o de gobernadores, es decir, sostienen la aspiración de un desenlace electoral del actual nudo político, pero manteniendo, también, un ojo alerta sobre la situación internacional que vive hoy un nuevo capítulo muy interesante en la OEA en Washington.