El hotel se construyó durante 14 meses en secreto y la intención es atraer y concientizar a los visitantes extranjeros a esta esquina ocupada de Cisjordania, donde no es habitual encontrarse con turistas. "Fue removedor por ver esas cosas nuevas. Éramos un grupo pequeño de periodistas y en cada cuarto nos encontrábamos una obra diferente. Tenías que buscar los detalles. Está pensando qué te podés estar perdiendo. Es algo de alto voltaje", contó el periodista gráfico.

En el comunicado, Banksy asegura que desde que Gran Bretaña tomó el control de Palestina sólo se han alcanzado "resultados caóticos".  "Hay una posición política todo lo que ha puesto Banksy dentro de este hotel, la postura británica y la realidad del muro. Tiene mucha crítica, mucha sátira".

La mayoría de la decena de habitaciones del hotel miran directamente a las planchas de hormigón que divide a las dos comunidades. "La habitación número 3 fue la que más me impactó. Encontrarse con un palestino peleando una guerra de almohadas con un israelí. El dibujo de las plumas de las almohadas llega hasta las mismas almohadas de la cama", dijo Quique.

"Parte de la comida es creada por Banksy. La llave de la puerta de cada uno de los cuartos está hecha como un eslabón de un muro".

El hotel está a menos de 5 metros del muro. "La casa antes era un taller de cerámica. No era una casa donde nos metíamos como hacemos en caso de conflicto, en donde subimos a techos para ver lo que está pasando. A menos de 150 metros es donde se enfrentan habitualmente israelíes y palestinos. Incluso está desgastado por el conflicto. Partes están quemadas, se ven casquillos de gas lacrimógeno. De ahí nos tuvieron que evacuar a un corresponsal con el que trabajo y a mí en una ambulancia", dijo Kierszembaum.

El fotorreportero contó que al principio la visión era positiva y ahora está creando "controversia". A los palestinos les preocupa la llegada del llamado "turismo oscuro" que visita lugares de conflicto. Otros lo critican, contó porque Banksy se "aprovecho" del conflicto, según contó.

En la suite presidencial el tanque con tres agujeros de bala que llena la bañera es igual a los que existen en Israel y Palestina. El Hotel Museo no tiene medidas de seguridad: "Todo lo contrario, porque para construir algo más seguro tendría que tener permisos de Israel. La protección más importante que tiene son persianas de metal", relató.