Análisis en La Mañana

Márquez: abril ha sido un mes rojo en Venezuela

Márquez: abril ha sido un mes rojo en Venezuela

Análisis del periodista, Humberto Márquez, corresponsal de La Mañana de El Espectador, en Venezuela.

Escuche el audio aquí:

¿Cómo explicar, con datos concretos, lo que está pasando en Venezuela?

Se ha desencadenado la violencia alrededor de la protesta política en Venezuela. Han muerto 29 personas, según cifras oficiales, al menos 450 han resultado heridas, se aprehendieron en las calles más de 1.300 y al menos 70 personas permanecen detenidas.
La violencia se presenta en la represión de las principales marchas opositoras, sobre todo en Caracas. No se les permite acceder al casco central de la ciudad, donde están los poderes públicos. También en los excesos de grupos opositores que enfrentan a las policías y han causado destrozos. Actúan además grupos de civiles partidarios del gobierno, con armas y a bordo de motocicletas, que atacan a manifestantes o vecindarios opositores. Y, finalmente, aparece la violencia social y delincuencial, con grupos o individuos que saquean algunos comercios en el marco de las protestas, sobre todo las nocturnas.

Pero ¿cómo han muerto tantas personas?

La mayoría ha muerto por impactos de bala. Disparos de origen desconocido en algunos casos, pendiente de investigaciones. Varios casos en la capital, en el estado de Lara, en el centro-oeste del país, en los Andes del suroeste fronterizo con Colombia. Incluso en una ciudad-dormitorio de Caracas murió un efectivo de la Guardia Nacional, policía militarizada antimotines, cuando actuaban para sofocar una protesta callejera nocturna. Por cierto, la Constitución prohíbe usar armas de fuego para repeler manifestaciones.

Cosas llamativas que ejemplifican la degradación de la situación venezolana: en El Valle, una barriada popular del suroeste de Caracas, en el marco de una protesta nocturna --generalmente son toques de cacerolas vacías en las casas y fogatas improvisadas con basuras en alguna calle-- varios saqueadores entraron a una panadería, el piso estaba mojado, se reventó un cable con alto voltaje y ocho individuos perecieron electrocutados. Otro registro es que algunos policías disparan las granadas lacrimógenas como proyectiles al cuerpo de los manifestantes y hace dos días pereció en Caracas un estudiante que recibió uno de esos impactos en el tórax.
De manera que la situación se ha crispado muchísimo y se vive un ambiente de confrontación callejera entre manifestantes, con los parlamentarios opositores al frente, y las fuerzas del orden. Por cierto, en medio están los periodistas, y el Sindicato que los agrupa en Venezuela reportó, en 25 días, 105 agresiones a trabajadores de la prensa, incluyendo 14 detenciones mientras hacían su trabajo de reportar los acontecimientos.

¿Qué fue lo que desencadenó este Abril tan violento?

Las protestas se iniciaron después que hace un mes, el 28 de Marzo, el Tribunal Supremo de Justicia asumió las tareas y atribuciones de la Asamblea Nacional, el parlamento donde la oposición es mayoría, limitó la inmunidad de los diputados, entregó amplios poderes ejecutivos y legislativos al presidente Nicolás Maduro y, en particular, lo facultó para crear empresas mixtas en la industria petrolera, propiedad del Estado, sin pasar por la Asamblea porque considera que el parlamento está en desacato de sus instrucciones.

La oposición respondió en bloque, con su coalición Mesa de Unidad Democrática, regresaron las manifestaciones multitudinarias que no se veían desde hace seis meses y, algo muy importante, se desató una actividad internacional de crítica al Estado venezolano. Más aún, la Fiscal General de la República, Luisa Ortega, rompió la unidad monolítica que había en el oficialismo hacia las decisiones del presidente Maduro y el Tribunal Supremo, y declaró que había "una ruptura del orden constitucional";. El Tribunal llegó a corregir algunos párrafos de sus decisiones.

Pero eso no detuvo sino que animó las protestas, y la oposición entonces presentó sus cuatro demandas: un cronograma de elecciones regionales, locales y una presidencial, pues quiere un cambio de gobierno; que se libere a los políticos que están presos, alrededor de 140 según sus cuentas: que se abra un canal humanitario para recibir alimentos y medicinas cuya escasez es crítica; y que se restablezcan y respeten las facultades y decisiones de la Asamblea Nacional.
El presidente Maduro y su gobierno, el oficialista Partido Socialista Unido, y la Fuerza Armada, sostienen que enfrentan una arremetida de sectores derechistas, de dentro y fuera del país, que buscan crear confrontación, desestabilización y caos para promover o bien un golpe de estado o una intervención extranjera.

Esa intervención extranjera es el tema que ahora debaten la OEA y la CELAC.

En efecto, la Organización de Estados Americanos aprobó esta semana, con mayoría de 19 votos --entre ellos el de Uruguay, como de los demás países del Mercosur-- frente a10, con cuatro abstenciones y una ausencia, convocar una reunión extraordinaria de cancilleres, una instancia del organismo que debatirá la situación venezolana y posiblemente adopte medidas en conjunto para tratar de descomprimir la situación en este país.

Pero, como respuesta, el Gobierno del presidente Maduro ha decidido salirse de la OEA, un proceso que demora dos años, pero el solo anuncio ya es un gesto político que dice adiós al organismo hemisférico, y una manera de rechazar por anticipado cualquier medida que considere como injerencia de los vecinos en sus asuntos internos.

En paralelo, Caracas pidió una reunión de cancilleres de un organismo nuevo, la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, CELAC, que excluye a Estados Unidos y Canadá e incluye a Cuba. Los analistas señalan que el Gobierno venezolano buscará ahí un equilibrio de fuerzas o de votos frente a su posición minoritaria en la OEA, en procura de conseguir oxígeno internacional en su pulseada con la oposición interna y externa.

La reunión de la OEA todavía no tiene lugar y fecha. La de la CELAC, donde se confrontarán países como México y los de Mercosur con Venezuela y sus aliados como Nicaragua y Bolivia, se efectuará este martes 2 de mayo en San Salvador.

Y mientras, ¿cuáles son las últimas señales que se manifiestan en Venezuela?

El parlamento ha oficializado las demandas de la oposición, mientras el presidente Maduro asegura que hará valer todas sus fuerzas y facultades para conservar la paz, el orden y la revolución bolivariana, el proceso político que se inició en 1998 con la elección del fallecido presidente Hugo Chávez.

El lunes Primero de Mayo habrá actos de masas, el oficialismo prepara una gran concentración en la capital y Maduro promete anuncios importantes. También se manifestará la oposición. Y las protestas no aguardarán hasta ese día: este mismo viernes la oposición se alista para marchas hacia las cárceles donde están recluidos dirigentes y activistas políticos. De manera que, al sostenerse la confrontación, el Abril de agitación y violencia política podría extender sus resultados rojos y duros al venidero mes de Mayo.