La Turquía de Erdogan reaviva la tensión con Grecia

Las amenazas a Occidente de Recep Tayyip Erdogan y las incursiones diarias en el mar Egeo de aviones y barcos turcos han reavivado en Grecia el temor a que, tras un largo periodo de cierta calma, las históricamente tensas relaciones puedan sufrir una nueva crisis.
La decisión de la Justicia griega de no extraditar a ocho presuntos golpistas turcos, el revés sufrido en las negociaciones para la reunificación de Chipre y, sobre todo, las reivindicaciones de Turquía de compartir el pastel energético en el mar Egeo han tensado en los últimos meses esta difícil vecindad.
Incursiones diarias de aviones turcos en el espacio aéreo griego, o aproximaciones a islas que forman parte del territorio griego, así como declaraciones amenazantes de ministros turcos contra Grecia, que incluso ponen en entredicho la soberanía helena sobre algunas de ellas, han pasado a formar parte de una nueva cotidianeidad que ha hecho revivir viejos temores tras 17 años de relativa calma.
Si bien el Gobierno de Alexis Tsipras evita responder a provocaciones, no hay semana en que algún ministro, en especial el de Defensa, el nacionalista Panos Kammenos, responda a algún desaire turco asegurando que las fuerzas armadas siempre "están preparadas" para afrontar cualquier eventualidad.
Según una encuesta realizada en diciembre pasado por el instituto MRB, el 61,7 % de los griegos teme que la tensión con Turquía desemboque en un conflicto, frente a un 24,5 % que lo ve poco probable y tan solo un 7,1 % que descarta esa posibilidad.
Esta preocupación la comparte Thanos Dokos, director del Instituto Griego de Investigación en Política Europea y Exterior (ELIAMEP).
"Hay razones para preocuparse, porque Turquía reivindica la soberanía de una serie de islas como Agathonisi", declara a Efe Dokos.
A su juicio, "una mala gestión de un accidente, por ejemplo, podría llevar a los dos países al borde de un conflicto".
Dokos alude así a la posibilidad de que alguna de las casi diarias persecuciones aéreas y combates ficticios que se traen entre sí los cazas turcos y griegos en el mar Egeo puedan acabar en un accidente mortal y desencadenar una crisis.
Tras la purga que siguió al golpe de Estado fallido de julio de 2016 en las fuerzas armadas turcas y que afectó aún más a las Fuerzas Aéreas hay muchos pilotos turcos con poca experiencia, lo que incrementa el riesgo de un accidente, sostiene.
Esta falta de experiencia se extiende también a la nueva cúpula militar, lo que supone un peligro añadido en caso de producirse un momento de tensión, añade.
Entre los principales factores que elevan la tensión figura además la pugna por los yacimientos de hidrocarburos en el mar Egeo, descubiertos en la década de los setenta del siglo pasado.
Si ya entonces estos yacimientos desencadenaron una disputa entre Grecia y Turquía sobre la delimitación de las aguas territoriales y del espacio aéreo en este mar, y condujo a ambos países al borde de una guerra, el comienzo ahora de las exploraciones por parte de multinacionales del gas y el petróleo ha recrudecido la situación.
Ambos países aspiran a transformarse en nudos de transporte energético en el Mediterráneo oriental, pero ninguno de los dos está dispuesto a compartir el pastel.
En la mencionada encuesta, el 77,7 % pide al Gobierno de Atenas una Zona Económica Exclusiva griega en el mar Egeo, a pesar de que para Turquía esto constituiría un "casus belli", mientras tan solo un 11,2 % se opone a ello.
Esta demostración de nacionalismo tiene sus raíces en la Historia de los dos países, cuyas poblaciones perciben al vecino como "amenaza".
El Estado griego nació de una amputación del imperio otomano en 1830 y desde entonces hubo tres guerras grecoturcas -sin contar los enfrentamientos de sus fuerzas armadas en Chipre en 1974- mientras que otras cinco veces Grecia y Turquía estuvieron al borde de un conflicto, que tan solo fue evitado gracias a la intervención de sus aliados. EFE