Internacionales

Bush asume su segundo mandato

Contacto con el periodista Tomás Friedmann, desde Washington.

(Emitido a las 8.45)

JOEL ROSENBERG:
Ayer en Estados Unidos, más precisamente en Washington, George W. Bush prestó juramente para su segunda presidencia al frente de Estados Unidos de América, y obviamente el hecho centró la atención de los medios de comunicación de todo el mundo. Cientos de periodistas se acreditaron para cubrir las ceremonias que dieron inicio al segundo mandato.

Uno de ellos fue Tomás Friedman, periodista uruguayo y ex asesor político de la Unión Europea en Uruguay y Paraguay, que actualmente vive en Washington y cubrió esa instancia para varios medios, entre ellos Radio Nacional de México, la Cadena Centroamericana y Radio Universidad de Chile.

Para conocer más detalles vamos a hablar con él.

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Tomás, ¿cuál es la situación en Washington en estos momentos?

TOMÁS FRIEDMAN:
Hoy es el día después, han terminado en la madrugada las cinco grandes galas que tuvieron lugar en Washington después de la toma de posesión del presidente Bush. Una mañana muy fría, estamos entre 6 y 7 grados bajo cero, con la ciudad todavía cubierta con un mantel blanco que es la nieve que cayó intensamente en la jornada anterior a que tomara posesión el presidente de Estados Unidos.

JR - Precisamente la temperatura no fue un dato secundario, porque hizo mucho frío durante todos estos días.

TF - Hizo mucho frío durante todos estos días y la primera gran nevada en Washington este año fue el día anterior a la toma de posesión del presidente Bush. La ciudad quedó totalmente cubierta de nieve. Pero es tradicional para esta época del año. En anteriores tomas de posesión el frío ha sido siempre uno de los grandes desafíos. De todas maneras las ceremonias se cumplieron al aire libre, como estaba previsto, y el público logró superar ese desafío y acompañar, tanto los que estaban a favor como los que protestaron contra el presidente de Estados Unidos.

JR - Precisamente, más allá de la nieve y el clima, ¿cuál era la otra visión de Washington? ¿Cómo estaba ayer? ¿La ciudad estraba embanderada, con mucha gente en las calles?
 
TF - La Casa Blanca y el Capitolio, o sea el Congreso de Estados Unidos, estaban bajo un sistema de seguridad impresionante, el más grande que tuvo una toma de posesión en Estados Unidos. Más de 15.000 hombres rodearon esa zona de la ciudad, que estuvo totalmente aislada para el tránsito vehicular. La gente tuvo que llegar caminando y cada uno de los que se acercaron hasta el lugar donde tuvieron centro los actos tuvo que pasar estrictos controles de seguridad, similares a los que se pasan en los aeropuertos de Estados Unidos. Pero fue un sistema de seguridad eficiente, no agresivo, la gente después de pasar esa situación pudo mirar con tranquilidad todo lo que sucedía. No es un país, no es una gente, no es una sociedad que tenga el síndrome del terror, del terrorismo, eso no se sintió en ningún momento a pesar de esas estrictas medidas de seguridad que tuvieron incluso dispositivos electrónicos utilizados por primera vez en Estados Unidos.

JR - Leyendo sobre las impresionantes medidas de seguridad los días previos uno suponía que iba a ser muy difícil que se viviera un clima de fiesta con tanto militar y tantas medidas de seguridad alrededor.

TF - Hay que tener en cuenta que Estados Unidos después de los atentados del 11 de setiembre se acostumbró a ese tipo de medidas de seguridad que empiezan por los aeropuertos, las estaciones de metro y los distintos puntos de entrada y salida al país. Realmente una de las cosas que me asombraron fue que la gente pudo disfrutar, estaba tranquila, estaba aplaudiendo, estuvo muchas horas a la intemperie abrigada, con banderas, cantando, saltando. Quiere decir que el clima de fiesta se vivió a lo largo de toda la jornada ayer terminando con las grandes galas de la noche.

JR - ¿Qué se pudo ver de los manifestantes contra Bush?

TF - Los manifestantes contra Bush tenían una zona específica donde ubicarse, era una cantidad no muy importante pero con pancartas muy grandes y gritos muy efectivos protestando y gritando permanentemente "mentirosos y asesinos". Esa fue una de las frases que más gritaban y que le gritaron al presidente Bush cuando pasó frente a ellos en auto por la avenida Pennsylvania. Fue la zona que el presidente recorrió en auto, después caminó dos cuadras cuando sabía que tenía la gente a su favor. Hubo otro grupo que tuvo como consigna darle la espalda al presidente, cuando el auto pasó frente a ellos todos se dieron vuelta y se pusieron de espalda para mostrar cuál era su posición. Las protestas fueron fundamentalmente contra el presidente Bush y contra la presencia de Estados Unidos en Irak y la guerra.

Hubo algunos pequeños incidentes, encontronazos entre gente a favor y gente en contra del presidente, algunas detenciones, pero que no empañaron para nada la gran fiesta que vivió ayer la capital estadounidense.

JR - ¿Cómo fue el trabajo para ustedes, para la prensa acreditada para cubrir esto?

TF - El trabajo se pudo desarrollar sin mayores problemas, simplemente hubo que llegar muy temprano para poder tomar las ubicaciones. Aquí la prensa es tratada de forma diferente según para qué tipo de medio uno trabaje. La televisión tiene la preferencia en lo que tiene que ver con la ubicación de las cámaras para tomar la ceremonia de juramento y el discurso del presidente por un lado y después el desfile militar frente a la Casa Blanca. Por otro lado los periodistas de los diarios y la prensa escrita, que también tenían una ubicación para poder observar en directo la ceremonia, tenían una sala de prensa muy bien dotada con los monitores y el sonido correspondientes; quiere decir que la mayoría de los analistas salió un momento afuera para ver el frío y las personalidades y siguió todo después desde el interior. Y los de radio también teníamos lugares asignados con los monitores necesarios para poder llevar el sonido en directo al resto del mundo.

Se congregaron así los principales analistas de Estados Unidos en el Capitolio, donde estuvo el centro de la atención y se escucharon comentarios coincidentes entre analistas estadounidenses y del mundo exterior en cuanto a que éste es un país dividido, donde el optimismo ha caído y se esperan dificultades para el presidente Bush para poder contemplar a un país donde el 50 por ciento –según todas las encuestas– lo apoya, la mitad del país, que es el porcentaje de popularidad más bajo que tuvo cualquier presidente reelecto al iniciar su mandato.

Pero éste no es el mismo país de 2001, cuando Bush asumió su primera presidencia, ni Bush es la misma persona que en 2001. Pasaron los atentados del 11 de setiembre, este país pasó una situación muy difícil, única para una nación de esta naturaleza, y hay un cambio de estilo evidente que tiene que ver fundamentalmente con la política exterior.

Habrá una nueva secretaria de Estado y ministra de Relaciones Exteriores, que será su asesora personal, Condoleezza Rice, que dijo "ahora es el tiempo de la diplomacia; la interacción de Estados Unidos con el resto del mundo debe ser una conversación, no un monólogo". La gran acusación a Bush fue que su gobierno fue unilateral y monologuista. Y habrá un gran esfuerzo hoy –dicho por el presidente y sus asesores– de poner a Estados Unidos en el mundo, pero escuchar las respuestas. Quiere decir que hay un notorio cambio de estilo del presidente de Estados Unidos.

Entre los periodistas latinoamericanos que estábamos allí la gran pregunta era: ¿América Latina tendrá ahora una atención diferente a la recibida durante el primer mandato del presidente Bush? En el primer mandato América Latina evidentemente fue descuidada, había otras prioridades, la guerra en Irak, la situación en Medio Oriente, Afganistán, la situación interna. Y se puede decir que hoy tampoco está entre las grandes prioridades de Estados Unidos, no figuró en ninguno de los debates entre Bush y su oponente durante la campaña electoral, no figuró en su discurso de ayer, durante la presentación de la nueva ministra de Relaciones Exteriores solamente se habló de dos países de América Latina, que son los que hoy preocupan a Estados Unidos, Venezuela y Cuba –a Venezuela se la acusa directamente de ser una amenaza a la democracia por los lazos que tiene el presidente Chávez con el régimen de Fidel Castro–.

Pero hay dos personas de alto nivel en el gabinete del presidente Bush que conocen muy bien América Latina y Uruguay, uno de ellos es Robert Zoelnick, el ex secretario y responsable del comercio en Estados Unidos, que estuvo en Uruguay durante la administración del presidente Batlle, que ahora será el subsecretario de Relaciones Exteriores, un hombre profundamente conocedor de América Latina y del Mercosur en particular. La otra persona es Carlos Gutiérrez, el nuevo secretario de Comercio, un cubano educado en México que también tiene un conocimiento muy importante de América Latina.

JR - En materia de lo que no vimos por televisión –aquí se vio el juramento y parte del discurso–, hubo una serie de espectáculos, de cenas, de fiestas. ¿Qué se puede contar de lo que se vivió en Washington desde ese punto de vista?

TF - Después de la ceremonia hubo un gran desfile militar de dos horas en el que participaron los principales colegios de Estados Unidos, lo que aquí se llaman los high schools, y los principales representantes de las Fuerzas Armadas del país, con un palco frente a la Casa Blanca con vidrios de seguridad donde el presidente estuvo permanentemente.

Después está lo que se conoce como galas, que son grandes fiestas en las cuales están presentes fundamentalmente aquellos que han contribuido directamente a la campaña electoral del presidente con contribuciones superiores a los 100.000 dólares.

JR - ¿Son muchas fiestas el mismo día?

TF - Son muchas fiestas el mismo día, son cinco grandes galas.

JR - ¿Cuánta gente entra en una gran gala?

TF - La más importante, que fue en el centro de Washington en un hotel internacional, en el Sheraton, tenía 4.000 invitados, fue en la que el presidente Bush estuvo la mayor parte de la noche. Después tuve la oportunidad de asistir a la gala organizada por los veteranos de guerra de Estados Unidos, una gala muy particular que por primera vez se hacía durante la ceremonia de asunción de mando de un presidente. Hay que tener en cuenta que el tema de los veteranos de guerra, independientemente de la posición del país y de la gente sobre la guerra, todavía tiene a los americanos sentimental y emocionalmente muy unidos, fundamentalmente porque todavía siguen viviendo el síndrome de la guerra de Vietnam y la cantidad de gente que quedó afectada por esa situación.

En fin, en esa gala me sorprendió la participación de los periodistas; para que tengan idea, la gala a la cual tuve oportunidad de asistir era conducida por Larry King, el famoso periodista de la CNN de Estados Unidos.

JR - ¿Conducida en qué sentido?

TF - Era el conductor de la gala en el sentido de que primero se mencionó cuál era el motivo, que era una gala organizada por los veteranos de guerra de Estados Unidos que tenía por objeto dar a conocer al mundo empresarial y periodístico cuáles son las necesidades que tienen hoy todos los afectados por las guerras en Estados Unidos, incluso por esta guerra de Irak hoy, los afectados por la guerra contra el terrorismo, por el 11 de setiembre, etcétera. Los veteranos hicieron un reconocimiento a quienes consideraban las grandes figuras que hoy tiene Estados Unidos asociadas a la defensa de los hombres que tienen que ver con los que han luchado en guerras. Así se otorgaron distinciones anoche a Colin Powell, el hasta hoy secretario de Estado de Estados Unidos y se hizo una distinción especial y un homenaje al ex presidente Ronald Reagan, a quien se considera un hombre muy asociado al tema de las Fuerzas Armadas.

Galas éstas que fueron trasmitidas en directo hacia donde están las tropas estadounidenses en el exterior, fundamentalmente en Irak, Afganistán y Europa, a efectos de que pudieran observar de qué forma no solamente se estaba festejando la llegada de un nuevo mandato del presidente Bush, sino también la forma en que participaban directamente importantes personalidades. Yo mencioné a Larry King porque lo conocen en todo el mundo, lo conocen los uruguayos, pero también estaban los principales periodistas de radio de Estados Unidos invitados especialmente para esta gala y los principales periodistas de medios de prensa como el Washington Post y el Washington Times que también fueron llamados al estrado para hablar y ofrecer su testimonio de lo que significaba estar presente en una gala de estas características.

El presidente Bush, acompañado de su esposa, sus dos hijas y su padre, recorrió las galas para recibir el aplauso y el saludo de las personas que allí estaban. Para que tengas una idea, el costo de una entrada para estas galas oscilaba entre 500 dólares el ticket más barato y 2 y 3.000 dólares por persona, dependiendo de la gala y de la ubicación que uno tuviera en la mesa. Además había grandes orquestas y grandes artistas participando en cada una de las galas. Todas terminaron con grandes bailes.

JR - ¿Se puede saber qué se come en una de esas grandes galas?

TF - Depende del lugar, yo estuve en la gala del hotel Mandarín, de Washington, un hotel con características orientales, entonces el primer plato era una ensalada verde sazonada con condimentos orientales y el segundo plato –que fue lo que me extrañó y me di cuenta de que estaba en un hotel con un chef oriental– era un filete de lomo acompañado con verduras y en el mismo plato un pincho de camarones; la combinación de carne con pescado no es habitual para nosotros pero era un plato realmente delicioso; después un postre hojaldrado con una crema típicamente oriental. Eso por ser un hotel de ese tipo, pero se trata de comida internacional; además cada gala tiene un cantidad impresionante de bares con todos los tipos de bebidas que uno se quiera imaginar, tanto de nivel nacional como internacional.

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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Mauricio Erramuspe