Colombia y Venezuela al borde de la ruptura
Comentario del periodista Mauricio Rabuffetti.
(Emitido a las 8.15)
JOEL ROSENBERG:
El presidente venezolano Hugo Chávez, amenazó el domingo con "congelar" las relaciones con Colombia a raíz de la situación de tensión que se generó tras la captura de un guerrillero colombiano en territorio venezolano. Esta advertencia de Chávez al gobierno colombiano que encabeza Alvaro Uribe, es el último episodio de una larga serie de hechos que han dejado las relaciones entre estos dos países al borde del abismo.
Como ustedes saben nos hemos ocupado de este tema en los últimos días, siguiendo la información que provenía de Caracas y de Bogotá. Ahora nos metemos un poquito más a fondo en el análisis de esta coyuntura, en diálogo con Mauricio Rabuffetti.
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Mauricio, creo que lo primero que se impone ya que es un tema bastante complicado es recordar brevemente cómo se llega a esta situación de tanta tensión entre Colombia y Venezuela.
MAURICIO RABUFFETTI:
El detonante de toda esta discusión entre Colombia y Venezuela fue la detención en diciembre pasado de quien es considerado el vocero de la guerrilla de las FARC en el exterior, o el "canciller" de las FARC como se suele decir, Rodrigo Granda. Y más que la detención en sí es la forma como este arresto se produjo. Si bien oficialmente Granda fue detenido por las autoridades colombianas en la ciudad de Cúcuta, en los hechos fue capturado en Caracas por agentes venezolanos que cobraron una recompensa ofrecida por el gobierno colombiano por este guerrillero recompensa según los términos oficiales colombianos, soborno según los términos oficiales venezolanos-. Así el gobierno venezolano habla de un secuestro de Granda en Caracas a instancias de Colombia y por lo tanto de una violación de soberanía, mientras que Colombia señala que capturó a un "terrorista" que se movía libremente por territorio venezolano sin que el gobierno de Chávez hiciera nada para impedir que esta persona circulara. Este es, grosso modo y en una síntesis muy apretada, el resumen de los hechos que llevan a que hoy en día, Venezuela y Colombia estén al borde de la ruptura de relaciones diplomáticas.
JR Ahora, si bien el intercambio de acusaciones sigue entre estos dos países, Venezuela y más precisamente el presidente Chávez, acusaron directamente a Estados Unidos de estar involucrado en la operación de detención de Granda, de hecho, Chávez responsabilizó a Estados Unidos por este hecho. ¿Puede interpretarse que estas afirmaciones del presidente venezolano apunten a bajar la tensión con Colombia involucrando a un tercero en este asunto?
MR - Digamos que, aunque el domingo Chávez fue enfático en su acusación hacia Estados Unidos, no es la primera vez que insinúa o acusa directamente a Washington de estar involucrado en hechos que violentan la soberanía venezolana. Así que realmente no creo que haya en esos dichos un intento por atenuar este diferendo con Colombia porque además Colombia admitió abiertamente el pago de una recompensa por la captura de Granda. Es decir que para el gobierno de Chávez, la participación de Colombia en este hecho está bien clara y no va a cambiar entonces el pedido de Chávez de que Bogotá se disculpe para recomponer las relaciones.
JR - ¿Existe hoy terreno para que haya un pedido de disculpas o algún tipo de solución por ejemplo mediante terceros?
MR - Bueno, te respondo en dos capítulos. Primero sobre la posibilidad de que Colombia presente excusas, todo indica que en este momento no están dadas las condiciones. Este es uno de esos casos en los cuales existen diferencias de interpretación de base de lo que pasó y no dudas sobre qué fue lo que ocurrió. Me explico. Venezuela considera que en la captura del canciller de las Farc, Rodrigo Granda, hubo una violación de soberanía por parte de Colombia. Para Venezuela, el gobierno de Uribe se metió aunque no haya sido físicamente mediante sus tropas, pero se metió en territorio venezolano. Y Colombia por su parte considera que Venezuela no hace lo que debe para ayudar al gobierno de Uribe a capturar a personas que son buscadas por hechos de violencia en su país, como era el caso de Granda.
Esta postura de Bogotá es así desde hace mucho tiempo. Por ello aquí hay dos visiones diametralmente opuestas y difícilmente esto se zanje con un pedido de disculpas porque, cualquiera de las partes que pidiera disculpas, estaría reconociendo implícitamente un error propio y le daría la razón al otro. Y eso, como están dadas las cosas ahora, no va a ocurrir.
JR - ¿Y la posibilidad de una mediación por parte de terceros? Se sabe que mandatarios como Lula o el chileno Ricardo Lagos están en contacto con Chávez y Uribe para tratar de mediar en esta cuestión.
MR - Es difícil poder dar un respuesta ahora. Sobre todo porque quizá este diferendo pueda avanzar un paso más y llegar incluso a un quiebre de relaciones, a una ruptura de relaciones entre Bogotá y Caracas, lo cual por cierto agravaría mucho las cosas. Ya hoy, sin que esta ruptura haya ocurrido, la información que llega desde varias regiones fronterizas entre Venezuela y Colombia, señala problemas por ejemplo de abastecimiento de combustible venezolano que utilizan poblaciones colombianas, problemas para el tránsito de personas y mercancías. Y la situación podría deteriorarse todavía más en el plano comercial...
JR - También, recordemos, el embajador venezolano fue retirado de Colombia
MR Así es. Y se suman otras preocupaciones porque varias regiones fronterizas entre Colombia y Venezuela son conocidas por ser altamente militarizadas de un lado y de otro, debido a la actividad de grupos ilegales. Entonces, en definitiva, la expectativa es que si Venezuela y Colombia no llegan por sus propios medios a una resolución de este problema que no va a ser seguramente un pedido de disculpas sino eventualmente un compromiso de cooperación y respeto- entonces la expectativa como decía sería que una mediación permitiera al menos evitar una ruptura de relaciones y encaminara las cosas hacia el diálogo.