"Mesa se queda; Bolivia se polariza"
Comentario del periodista Mauricio Rabuffetti.
(Emitido a las 08.35)
EMILIANO COTELO:
El Parlamento boliviano rechazó el martes la renuncia del presidente Carlos Mesa que había sometido su dimisión a consideración del Parlamento debido, según el mandatario, a la imposibilidad de gobernar en medio de los permanentes conflictos y protestas que paralizan su país. Esta decisión y el rechazo a su renuncia le permitieron a Mesa lograr un apoyo político que no tenía en el Congreso. Por otro lado los movimientos sociales opuestos al gobierno, formaron una alianza que radicalizó las protestas contra el mandatario en todo el país y ahora Bolivia se encuentra, literalmente, paralizada.
El interés de este tema y además varios mails y llamadas de ustedes con preguntas sobre las razones y las consecuencias de esta situación, determinaron que hoy les brindemos un segundo capítulo de análisis de esta crisis en Bolivia.
El diálogo es como siempre con Mauricio Rabuffetti
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Mauricio, son muchas realmente las preguntas que nos han llegado a raíz del abordaje de este tema que hicimos el martes pasado y vamos a tratar de responder la mayor cantidad que podamos. La diferencia ahora, dos días después es que está confirmado que Mesa sigue al frente del gobierno boliviano, con el apoyo del Parlamento a excepción de la minoría que encabeza el líder cocalero Evo Morales.
MAURICIO RABUFFETTI:
Hay un mapa de situación con similitudes y diferencias dos días después, tres días después de que Mesa presentara el lunes su renuncia. Pasó tal como decíamos En Perspectiva el martes: Mesa logró un apoyo político importante en el Congreso, un respaldo que no tenía y que le va a dar mayor gobernabilidad a nivel de la aprobación de decisiones que dependen del Legislativo. Se confirmó por otra parte nuestra interpretación de que fue una renuncia estratégica que dio entonces los resultados que esperaba el gobierno por lo menos en ese plano. Pero también cambió el panorama del otro lado del mostrador, porque la oposición ahora se amalgamó en torno a Evo Morales quien firmó un pacto con sindicatos y otras organizaciones populares, que provocó en pocas horas una profundización de las protestas contra el gobierno, protestas cuyo efecto más notorio es el bloqueo de rutas y el consecuente corte de comunicaciones terrestres y la parálisis del país. Esta es la situación en la que pocas horas después encontramos a Bolivia.
EC - En definitiva entonces, si entiendo bien, hablamos de la consolidación de dos bloques ahora mucho más definidos que antes porque, hasta el martes por lo menos, teníamos un panorama de conflictos y protestas salpicados por el territorio boliviano, protestas con diferentes reivindicaciones. Ahora los opositores se unen. ¿Hasta donde podrá soportar el gobierno de Mesa esta presión?
MR - A ver. Lo que tú señalás es efectivamente así, esta unión de grupos contrarios al gobierno genera una presión mayor sobre el Ejecutivo. También está claro en este contexto que perfectamente Mesa puede caer como cayó Gonzalo Sánchez de Losada a fines de 2003. Recordemos que el predecesor de Mesa cayó en medio de una revuelta popular que tuvo al menos 80 muertos. Pero por ahora este bloque opositor encabezado por Morales le dice a Mesa que no se vaya sino que cumpla con las demandas del pueblo boliviano.
EC - En este punto Mauricio voy a hacer lugar a algunas de las consultas que nos llegaron con respecto a este tema. Una de ellas pedía precisamente explicar cuáles son las demandas de la oposición y otra que va en el mismo sentido, pedía profundizar en las razones que explican manifestaciones tan radicalizadas de parte de Morales, o del líder aymara Felipe Quispe a quién tú nombrabas el martes pasado.
MR - Bien. Hay demandas variadas. Por ejemplo, en la ciudad de El Alto que vive por estos días un paro cívico y un bloqueo que impide el ingreso por tierra a la capital La Paz, el reclamo es por la partida de una empresa francesa que explota el servicio de agua potable. Morales y su Movimiento al Socialismo, así como otros grupos piden por su parte que el gobierno que apruebe una ley de explotación de los recursos de hidrocarburos que algunos llaman de corte nacionalista, esto es, una ley que implicaría un control mayor del Estado de los recursos petroleros, mayores pagos de regalías por parte de las empresas privadas que operan en el sector. Y también promueven con otros apoyos, y lo dejé a propósito para el final de mi respuesta, la conformación de una asamblea constituyente que permita modificar la carta magna boliviana y reformar el país. Y acá te pido unos minutos para hacer un preámbulo sobre este punto.
EC - Adelante.
MR - Ayer estuve hablando con un analista político boliviano, ahora vamos a tocar algunos temas que conversamos con él, pero también me ocupé de conseguir algo que en este tema específico de Bolivia me pareció muy importante para entender las razones de fondo que explican esta situación. Son algunos testimonios de personas que vivieron en Bolivia, que pudieron darme algo así como una visión de calle del asunto. Destaco en particular un punto de coincidencia entre los testimonios que recogí: la gran sensación de opresión y el sentimiento de despojo que reina entre la población indígena de Bolivia, sobre todo aquella que pertenece a los estratos más humildes.
EC - La enorme mayoría...
MR - Bueno, la mayoría de la población es indígena y la mayoría es pobre, muy, muy pobre. Hablamos del segundo país más pobre de América Latina después de Haití y eso a pesar de ser como me decía un colega reportero gráfico que trabajó durante años en Bolivia- un país con enormes riquezas y recursos naturales. Ahora, traslademos esta sensación de la población indígena boliviana al plano político. ¿En qué se traduce? En disconformidad. ¿Qué provoca? Lógicamente el descreimiento en la clase política. ¿Cuál es la consecuencia? Se oponen a un sistema de explotación de recursos que no ha traído mejoras sociales apreciables y quieren modificarlo.
EC - Y ahí se produce un choque de modelos: unos que quieren apostar por la nacionalización del petróleo y del gas por ejemplo, y del otro lado, el sector empresarial que obviamente se opone a esta salida y el gobierno que argumenta que no puede expropiar
MR - Está bueno que utilices esa expresión de choque de modelos porque me permite introducir algo que me explicaba ayer Roberto Laserna, un investigador boliviano en temas sociales, autor de varios libros sobre los movimientos sociales y políticos de ese país. Laserna me decía que se produce un "choque económico" basado en diferencias culturales muy importantes, incluso irreconciliables. Un choque que se da, me decía él, entre el oriente capitalista de Bolivia, cuyo emblema es la ciudad de Santa Cruz donde se concentran buena parte de los recursos de hidrocarburos, un choque entonces entre el oriente empresarial, capitalista y más volcado hacia la economía de mercado, y el occidente más tradicionalista, con costumbres comunitarias muy arraigadas. A mí me gustó mucho la explicación que me dio Laserna porque creo que permite explicar esto que vemos hoy por hoy en Bolivia: un choque de idiosincrasias, un antagonismo que dista de ser consecuencia de situaciones puntuales y que tiene razones mucho más profundas.
EC - Explica también, probablemente, y voy aquí a otra consulta de los oyentes, la demanda de autonomía de Santa Cruz.
MR- Sí. Laserna no me lo decía en los términos que yo voy a utilizar pero en definitiva sería una forma de que el empresariado santacruceño logre un escudo si en algún momento prospera la iniciativa de una constituyente que determine un cambio radical de las leyes actuales de propiedad establecidas en Bolivia.
EC - Para terminar agreguemos que el gobierno de Carlos Mesa convocó para hoy a manifestaciones pacíficas contra los bloqueos que tienen paralizado al país y advirtió que habrá consecuencias penales para quienes obstaculicen vías terrestres de comunicación.
MR - Lo peligroso es que se crucen manifestaciones pro gobierno y contrarias al gobierno y ahí, quién sabe lo que puede pasar.