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Radicales palestinos acuerdan mantener la "calma"

Tras varias reuniones con Abu Mazen, los grupos radicales palestinos acordaron mantener la "calma" en Medio Oriente. La corresponsal en Israel, Ana Jerozolimski, dialogó con varios líderes que aunque aclararon que no se trata de una tregua, consideraron este paso como un avance en el proceso que se espera culmine en la pacificación de la zona.

(Emitido a las 8.35)

EMILIANO COTELO:
Los planes en la agenda entre Israel y la Autoridad Nacional Palestina indicaban que hoy tenía que concretarse la transferencia de la ciudad de Tulkarem, en Cisjordania, a control palestino, pocos días después que lo mismo se hiciera con Jericó. Pero a último momento hubo diferencias y el traspasó se postergó, quizás sólo por unos días.

Lo cierto es que si bien las diferencias no desaparecen, si bien continúa habiendo mucha desconfianza en el ambiente, algo se está moviendo en este proceso de paz. Se ha reanudado en gran medida la coordinación de seguridad, hay diálogo entre las partes y quizás lo fundamental es que hay interés en iniciar una nueva relación.

Un elemento clave en este cuadro fue el anuncio formulado el jueves en El Cairo por los grupos radicales palestinos que después de varios días de reuniones con el presidente Abu Mazen se dijeron dispuestos a mantener la calma en ese terreno hasta fin de año.

Vamos a evaluar esta situación de cerca con nuestra corresponsal Ana Jerozolimski, que estuvo ese mismo día en Gaza.

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Ana, mientras en El Cairo se aguardaba el anuncio formal de esa "calma" -y uso el término expresamente, porque así lo llaman, no lo llaman tregua ni alto al fuego sino calma- tú estuviste reuniéndote con representantes de esos grupos radicales en sus propias sedes. ¿Qué decían?

ANA JEROZOLIMSKI:
Eso es. Pensé que era un día oportuno para estar en la franja de Gaza, para hablar con los líderes, con miembros de estos grupos, oír sus opiniones. Mientras los representantes máximos estaban reunidos en El Cairo ver qué se decía en el terreno porque la situación allí es más compleja.

Hiciste muy bien en aclarar, en hacer la distinción semántica -que no es sólo semántica- entre calma y tregua, o calma y alto al fuego, tema que me interesó aclarar: por qué después de mucho tiempo de hablar de que hay que llegar a una tregua, a un alto al fuego, se empezó a hablar de calma.

Entre otros, hablamos con el portavoz del Jihad Islámico, Khaled el-Batsh, que es el grupo integrista responsable por ejemplo del atentado de hace una semana frente a un club nocturno de la costa de Tel Aviv, en el que murieron cinco civiles israelíes y otros 50 resultaron heridos. Le preguntamos si acaso es una discusión meramente semántica, cuál es la diferencia entre calma y tregua.

"En árabe táhdia -nos dijo Khaled el-Batsh, que nos recibió en su oficina en el campamento de refugiados al norte de Gaza- es calma", nos contestó el portavoz. O sea calma por un tiempo, por un corto lapso. Después nos explicaba que hudna, tregua, es algo por más tiempo. Le pregunté si acaso me equivocaba al tener la impresión de que "calma" es un término menos comprometedor que tregua, y me dijo: "Tiene razón, calmauena y es en la práctica, en el terreno, algo que nos compromete menos".

EC - ¿Sólo los grupos islámicos tienen esa posición?

AJ - No, te diré que si bien hay diferencias y a ellos no les gusta hablar mucho de las diferencias internas, ni a los islámicos ni a los grupos de izquierda, este alto al fuego en la práctica -porque en la práctica es eso aunque el término utilizado sea otro- por un tiempo muy determinado es el común denominador de todos.

En Gaza hablé con uno de los jefes del Frente Popular para la Liberación de Palestina, el principal grupo de izquierda, Kaid el Rul, que fue muy explícito, incluso habló claramente utilizando la palabra táctica, o sea que es algo por ahora, por un tiempo.

"Consideramos que tenemos derecho a continuar con la resistencia lo que no significa que no podamos determinar que haya un alto al fuego como algo táctico por un tiempo", decía Kaid el Rul. Cabe acotar que lo que para los palestinos es "resistencia" para Israel es "terrorismo". La guerra de palabras es un tema aparte. Es en el marco de la resistencia, no como fin de la resistencia. La resistencia, ahí está la problemática, incluye también los atentados suicidas.

EC - ¿Cómo hay que calificar esta reunión de El Cairo? ¿Es un logro, un avance?

AJ - De todos modos es un avance porque, como dijo el ministro de Exteriores de España, Miguel Ángel Moratinos, todo lo que sea poner fin a la violencia, aunque sea por un tiempo, ayuda a la situación en el terreno.

El propio presidente palestino, Abu Mazen, ha dicho que es algo serio. Y quizás lo más relevante al respecto sea que el primer ministro israelí, Ariel Sharon, ha dicho que es un primer paso en la dirección correcta, aunque no se trate todavía no sólo de tregua a largo plazo, sino de paz verdadera.

Le preguntamos al respecto a los oficiales de seguridad -no a los grupos radicales palestinos-, me entrevisté con el general Musa Arafat, jefe máximo de seguridad en Gaza -primo del fallecido Yasser Arafat y muy parecido a él en cuanto a rasgos del rostro-, quien nos dijo claramente que en su opinión es mejor esto que nada.

"Un alto al fuego por un tiempo, incluso si es limitado, puede ser útil en las circunstancias que vivimos. Claro que para siempre, la paz duradera, eterna, es una de nuestras aspiraciones, ojalá que se pueda lograr, pero en la situación actual también parar el fuego por un tiempo puede ayudar", dijo Musa Arafat

EC - La Intifada no ha terminado.

AJ - No ha terminado. Yo decía antes que la guerra de palabras es un tema aparte que serviría para una nota interesante, para un seminario académico; cuando empezó a abrirse paso esta nueva etapa, Abu Mazen, el presidente palestino, ya había hablado del fin de la Intifada, pero los grupos radicales salieron a decirle: "Señor, no se apresure".

Esta vez se lo preguntamos explícitamente al portavoz del Yihad Islámico, Khaled el-Batsh, a quien ya escuchamos. Después de explicar los matices, los pormenores de la situación, que en el terreno son más complejos de lo que se podía pensar a raíz del comunicado en El Cairo, dijo claramente: "La Intifada no ha terminado".

"No, en absoluto, para nada. La Intifada no ha terminado pero adopta ahora una nueva forma, diferente de la que conocíamos, de la común, para salvar la montaña de dificultades y permitirnos alcanzar nuestros objetivos", afirmó Khaled el-Batsh en una respuesta muy categórica.

EC - Pero mientras tanto la vida continúa en los territorios palestinos y vale la pena cerrar este contacto con una escena que te tocó presenciar, que tú nos comentabas fuera de micrófonos.

AJ - Así es. Por suerte esta zona produce a menudo, diariamente, también cosas agradables; si tuviéramos que cubrir sólo los conflictos y los problemas precisaríamos tratamiento en algún momento.

El mismo día que estábamos en Gaza para tratar de comprender los matices de la situación en el terreno en relación al alto al fuego, se inauguraba un hermosísimo parque, que sin duda es el mayor, el más importante de Gaza, que se llama "Parque de la Paz - Barcelona", porque fue donado y construido -no sólo es cuestión de dinero, fueron 320.000 euros- por el ayuntamiento de Barcelona, que destina parte de su presupuesto en forma permanente a cooperación con el exterior. Barcelona y Gaza son ciudades gemelas, Barcelona ya ha aportado diferentes proyectos para el desarrollo de la ciudad de Gaza.

Fue hermosísima la ceremonia de inauguración de este parque con canchas de fútbol y de básquetbol, con un espacio de césped, con una especie de lago artificial. El acto estaba repleto de chiquilines. Había como siete escuelas, además de la parte organizada de la inauguración. Hablamos con la directora de la escuela Rosmarie, una monja, que estaba muy emocionada, estaban todos muy emocionados, como también Moratinos y el alcalde de Barcelona, Joan Plot, cuando apareció un grupo de niños palestinos con las camisas del Barça. No siendo catalana, yo estaba muy emocionada al ver todo eso, esa combinación de banderas palestinas y de España. Tratamos de traer el audio de las voces para que los oyentes puedan escuchar a los niños de esa escuela que estaban agradeciendo a Barcelona.

Allí decían: "Gracias, Barcelona". Tenían sin duda por qué agradecer porque este parque es hermoso. Por eso cuando le preguntamos al alcalde de Barcelona si acaso le daba una satisfacción especial estar no simplemente ayudando sino que fuera algo que se plasmaba en sonrisas de niños, de juegos, dijo que sin duda era una satisfacción singular. Por eso Moratinos en su discurso, en el que mezcló saludos en árabe -que seguramente ya conoce bien- y su buen inglés, les pedía a los niños: "no dejen de jugar, no dejen de divertirse, no dejen de cantar". Parece que los niños de esa zona de Gaza no tenían ninguna intención de dejar de hacerlo, menos con este hermosísimo parque donde ahora tienen buena ocasión para disfrutar.

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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Mauricio Erramuspe