La ausencia de Juan Pablo II se destacó ayer en la Misa Crismal del Jueves Santo que fue oficiada en la basílica de San Pedro por el cardenal italiano Giovanni Battista Re. De todos modos, el pontífice estuvo presente a través de un mensaje que fue leído por un cardenal colombiano durante la misa y aclaró que "seguirá todos los actos religiosos de Semana Santa por la televisión".

Este viernes Santo, se espera que Juan Pablo II aparezca por lo menos en imagen mediante un enlace de video para participar en el tradicional Via Crucis.

El Vaticano anunció que estará ausente en la procesión de las estaciones de la cruz en el Coliseo y que tampoco escuchará confesiones en la basílica como es tradicional. A diferencia de otros años, en que Juan Pablo II había llevado la cruz en la última estación, hoy la delegará en el cardenal Camilo Ruini, su vicario para la diócesis de Roma.

Se espera que a única aparición del Papa ante los fieles en esta Semana Santa sea el domingo, para la bendición "urbi et orbi" en la Plaza de San Pedro.

En estos días han trascendido muchas versiones sobre su estado de salud, pero las palabras de Joseph Ratzinger, uno de sus colaboradores mas cercanos, ha dejado tranquilidad entre los fieles, al asegurar que a pesar del sufrimiento que padece por sus problemas de salud, el Papa "trabaja con lucidez y su mente está lo suficientemente viva para discernir y gobernar".

Por su lado, el uruguayo Guzmán Carriquiri, subsecretario del Consejo Pontificio para los laicos, habló esta mañana a En Perspectiva sobre cómo percibe la fragilidad del Papa.

"Cuando uno piensa al Papa tan disminuido, también le viene a la memoria lo del apóstol Pablo cuando dice: "en mi debilidad se testimonia tu potencia", la potencia de Dios que se manifiesta en la fragilidad de cada uno. Él estará siguiendo desde sus habitaciones privadas todos los oficios de Semana Santa. Su ausencia es, de todas maneras, una presencia viva, una presencia que se siente, una presencia real en la comunión de todos los católicos", dijo.