Qué pasará cuando muera el Papa
Los ritos que marca la tradición ante la muerte del sumo pontífice.
La muerte del Papa debe ser certificada por un médico, pero en ese momento la tradición dice que el camarlengo Martínez Somalo deberá situarse frente al lecho de muerte y golpear con un pequeño martillo de plata la frente del Pontífice, mientras le llama tres veces por su nombre de pila.
Luego de que el vicario de Roma anuncie en por medio de la televisión pública italiana la muerte del sumo pontífice, la Santa Sede enviará a todos los miembros del Colegio Cardenalicio un telegrama convocándoles al cónclave. Según publica elmundo.es en la última ocasión, es decir la mierte de Juan Pablo I en 1978, el texto de la misiva era: "el Papa ha muerto, ven de inmediato". En ese momento también se debe destrozar tanto el anillo como el sello papal para evitar falsificaciones de documentación. Muerto el Papa, la Iglesia Católica queda "descabezada" hasta que se elija otro.
Luego de la muerte del Papa, sólo tres cardenales mantendrán sus cargos en el Vaticano: el argentino Leonardo Sandri (ministro de Interior) y los italianos Giovanni Lajolo (secretario de Relaciones para los Estados) y Camilo Ruini (vicario general del Papa para la Diócesis de Roma). El actual camarlengo del Pontífice, Martínez Somalo, será la persona que tenga la máxima autoridad durante el tiempo que lleve decidir quien ocupará el cargo.
El cuerpo de Juan Pablo II será embalsamado y durante tres días será exhibido al público,
para que luego, tras ser metido en tres ataúdes (de cedro, de piedra y de pino), como marca la tradición, sea depositado en la cripta bajo el Baldaquino de la Basílica de San Pedro, junto a otros 147 Papas.
Tras estas ceremonias fúnbres, comienzan los novemdiales. Así se conocen los días sin Papa hasta que se convoca al cónclave de cardenales que tendrá a su cargo la selección del nuevo líder de los católicos. Entre 15 y 20 días después de la muerte, comenzara esa reunión, presidida por Joseph Ratzinger, a la que acudirán 183 cardenales, aunque sólo 117 tienen derecho a voto (58 son europeos, 14 norteamericanos, 21 latinoamericanos, 11 africanos, 11 asiáticos y dos de Oceanía). La mayoría necesaria en esta votación es de dos tercios. Juan Pablo II también habría nombrado en secreto a otro cardenal que podría elevar el número a 118. Los expertos piensan que el cardenal 'in pectore' podría ser chino y que debido a los problemas con la República Popular no se comunicó la noticia. Otros apuntan a que puede ser el querido amigo y secretario personal Stanislao Dziwisz.
Cuando se logre el acuerdo de al menos dos tercios de los cardenales en cuanto al nombre del sucesor, blanca saldrá del Vaticano. En cuanto sea anunciado, se asomará al balcón central de la Basílica para bendecir a los fieles y comenzarán a repicar todas las campanas tanto de la Santa Sede como de toda la cristiandad.
Fuente: Diario El Mundo de España