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Millones de personas despiden al Papa en Roma

Los funerales de Juan Pablo II centran la atención del mundo y Roma vio duplicada su población en 48 horas. La dimensión de esta figura desafió todas las previsiones, concentrando en pocos metros a las principales autoridades mundiales junto a millones de peregrinos. El Vaticano y el gobierno italiano consiguieron, sin embargo, organizar las ceremonias por el final de un papado que termina según sus principales características: mediático y multitudinario. Crónica del periodista Mario Lubetkin.

(Emitido a las 7.37)

EMILIANO COTELO:
Hoy están teniendo lugar los funerales de Juan Pablo II en la Plaza San Pedro presididos por el cardenal Joseph Ratzinger. A estas exequias asisten miles y miles de fieles, con las primeras filas ocupadas por las delegaciones de más de 200 gobiernos.

La ceremonia comenzó con el traslado del féretro del papa, portado por 12 sedarios, desde el interior de la basílica hasta el altar situado al frente de la plaza.

Estamos en contacto con Mario Lubetkin, periodista uruguayo, director de la agencia Inter Press Service, ubicado en Roma.

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Mario, ¿qué nos cuentas? ¿Cuál es el ambiente en general en Roma a estas horas?

MARIO LUBETKIN:
Es un ambiente extrañísimo, yo no recuerdo haber visto la ciudad de Roma con estas características. Es una ciudad absolutamente en silencio, sin transporte, porque está todo el sistema bloqueado, la gente no se puede movilizar en auto en este momento y todo está focalizado en la zona y el barrio donde se encuentra el Vaticano, cerca del Tíber, con los ojos puestos en este momento en la fase final de los funerales. No sé si ustedes los están siguiendo desde allí, están trasladando al Papa Juan Pablo II a las grutas vaticanas donde va a ser depositado para siempre.

EC - Sí, buena parte de la gente en distintos países está con un ojo puesto en la televisión a estas horas. Es interesante eso, la gigantesca expectativa que se ha concentrado en torno a estos funerales. En especial, más allá del público que sigue el acontecimiento por televisión, la cantidad de gente que se ha volcado directamente a la capital italiana, una verdadera avalancha humana que no tiene precedentes. ¿Cómo se está analizando, cómo se está interpretando este fenómeno?

ML - Habrá que dejar pasar un poco los días y las semanas para poder hacer las reflexiones correspondientes porque hay muchos ángulos para analizar todo esto. Lo que está claro es que lo que ha pasado esta semana aquí en Roma, más allá de lo que tú dices, que no tiene antecedentes, expresa y sintetiza las características de estos 27 años de la gestión papal de Juan Pablo II, de eso no hay dudas, todas las formas y características de cómo llevó adelante su gestión, que fue absolutamente inédita en la historia del papado.

Creo que la expresión es esa, incluso los mensajes del cardenal Jospeh Ratzinger esta mañana ante la presencia tan activa de los representantes de otras expresiones religiosas del mundo, que se pusieron alrededor del féretro del Papa para rendirle el último homenaje, y lo que tú señalabas, la presencia de tantas autoridades de Estado de tantos países diferentes, muchas veces enfrentados entre ellos, que están allí, a pocos metros unos de otros y a pocos metros del féretro de  Juan Pablo II.

Un aspecto que para nosotros comunicadores va a dar para reflexionar en los próximos días y semanas será todo el fenómeno mediático extraordinario e incluso las formas de atención de esta semana, imágenes jamás pensadas anteriormente de las fases de funerales y del sepelio de un Papa. Basta recordar –no sé si la tienes en la mente– la misa que se hizo al día siguiente de su fallecimiento en la propia Plaza San Pedro, el hecho de que apenas unos minutos después de terminada, la televisión comenzó a trasmitir en directo para todo el mundo las imágenes del Papa muerto, cosa que no sucedió con Juan Pablo I, ni con Pablo VI y menos aun con Juan XXIII.

EC - Efectivamente, estaba viendo algunos despachos de agencias internacionales que dicen que el funeral del Papa está siendo como su pontificado: mediático y multitudinario.

ML - Absolutamente. Los cálculos son que en esta semana han pasado unos 3.000.000 de personas. En este momento en Plaza San Pedro hay alrededor de 400.000 personas, pero recuérdese que la misa está siendo seguida en simultáneo en otras ocho plazas en la ciudad de Roma, desde el Coliseo hasta la Iglesia San Juan, etcétera, y se calcula que hay más de un millón de personas en la Plaza San Pedro y en las otras plazas con las pantallas gigantes siguiendo y participando tan activamente como las que están en este momento en San Pedro. Son cifras demasiado altas.

No sé si estás viendo en este momento que están retirando el cuerpo y la gente llorando le está dando el último saludo, el último adiós, con las campanas sonando. El nuevo problema que se planteará de aquí a minutos es cómo toda esta inmensa masa de gente se retira sin inconvenientes. Estamos hablando de cifras que prácticamente hicieron colapsar Roma, ciertas zonas de Roma, en las últimas 48 horas.

EC - Sí, las autoridades de la alcaldía de Roma han hablado de que se sumó otra ciudad.

ML - Es correcto, de otra manera podríamos decir que se sumó un Uruguay. Un Uruguay entero llegó a Roma esta semana en forma gradual pero que sin duda hizo saltar todos los esquemas. No sé si ustedes pudieron apreciar estos días las filas para rendirle el último homenaje al Papa que llegaron a ser de 200, 250.000 personas. Fue impactante. Yo lo vi en primera persona cuando las puertas de la Iglesia se cerraban a las tres de la mañana para reacomodar por dentro el Vaticano y la gente no se movía de sus filas. Estamos hablando de centenares de miles de personas, se les distribuía agua y frazadas para que estuvieran en condiciones a las seis de la mañana cuando reabrieran de volver al intenso trajinar para rendirle el último homenaje. Yo no recuerdo escenas de este tipo aquí y en muy pocos lugares del mundo.

EC - Hay que pensar que esos 3.000.000 de peregrinos que llegaron tuvieron que estar dispuestos a soportar las condiciones de vida y alimentación que tú estabas describiendo, a soportar las colas tan largas que tú mencionabas, para quizás ni siquiera llegar, en el mejor de los casos llegar a ver el cuerpo del papa Juan Pablo II durante unos segundos, porque buena parte de la gente que llegó ni siquiera eso consiguió.

ML - Exactamente. Se creó una comisión mixta entre el Vaticano y el gobierno italiano que realmente trabajó en forma excepcional. También hay muy pocos antecedentes en evento alguno del mundo de que en apenas 48 horas se haya logrado organizar esto tan gigantesco sin que el colapso haya sido total, a pesar de que se estuvo muy cerca del mismo. Pongamos un caso: se calcula que hay 500.000 polacos en este momento en Roma; si tú veías las imágenes, las banderas rojas y blancas están en San Pedro y en todas las principales plazas romanas. El ingreso y la salida de esta masa humana de gente es un desafío enorme que todavía no se ha completado y desde las 14 horas –en este momento aquí son las 12.45– hasta las 18 hay un sistema para permitir la salida de unas 200.000 personas a través de trenes, ómnibus, aviones y barcos para empezar el proceso de salida ordenada de esto que ha acontecido esta semana.

Te cito otro hecho. No recuerdo haber visto que no hayan circulado autos en Roma. No están circulando autos en Roma, la ciudad está cerrada; dejemos de lado los helicópteros que están pasando, las antiaéreas puestas en todos lados, los 15.000 soldados, carabineros, bomberos que están movilizados con las máximas medidas de seguridad que te puedas imaginar, pero nunca en Roma dejaron de circular los autos. Aquí hay cerca de 800.000 autos y la ciudadanía lo ha tomado con un espíritu de respeto extraordinario, realmente extraordinario, realmente ha habido una coparticipación si no, hubiera sido imposible manejar esta situación.

EC - Un fenómeno que no tiene precedentes pero que tiene mucho que ver con la globalización y sus avances de los últimos años, en particular el papel que juegan, que jugamos, los medios de comunicación. Este contexto no existía hace 26 años cuando asumió este Papa o cuando murió el anterior.

ML - Sin duda, y aparte este Papa lo ha manejado notablemente bien. Hay una frase de Ratzinger de esta mañana, que es notable –no lo recuerdo de otras misas–: él saludó al pueblo cristiano que estaba siguiendo esto por radio y televisión. Yo no recuerdo una frase de este tipo, lo hizo hace una hora, una hora y media, expresando un factor que también entró en la escena de la realidad de la vida del Vaticano, ya no tiene marcha atrás y va a ser un elemento que va a pesar notablemente en la decisión del próximo Papa.

Pero quisiera contarte una anécdota que creo que pinta la dimensión de Roma capital global en el día de hoy, no solamente por los medios de comunicación sino también por la presencia de los grandes decisores del mundo que están todos aquí reunidos. Anoche tenía un encuentro con la primera dama de Uruguay que está encabezando la delegación uruguaya en las exequias del Papa y mientras la esperaba, porque estaba reunida con algunos de los papables, con Óscar Andrés Rodríguez de Maradiaga, de Honduras, el arzobispo de Tegucigalpa, en pocos minutos delante de mí cruzó Rodríguez Zapatero, el jefe del gabinete español, unos minutos después pasó el alcalde de Nueva York rodeado de unos sistemas de seguridad notables, detrás de él venían Kennedy y Clinton, pocos metros más allá, siempre en el centro de la ciudad, estaba el ex jefe del gobierno italiano y presidente de la Unión Europea, Romano Prodi, que después de las elecciones y el triunfo de la izquierda hace unos días tiene grandes posibilidades de ser nuevamente primer ministro en siete u ocho meses. Realmente era el mundo en pocos metros que sin un orden ni una preorganización establecidos copó esta ciudad y la transformó en la ciudad del mundo.

EC - Ése es otro desafío de estas horas: la salida de todas las delegaciones de gobiernos.

ML - Sí, es notable absolutamente. La delegación estadounidense, en la cual están naturalmente el presidente Bush, el padre del presidente Bush, ex presidente, y el ex presidente Clinton, según lo que decían las crónicas se movilizan con 55 autos, y si se ponen a caminar por la calle –como le sucedió a Clinton ayer que quería comprarse una corbata en el centro de Roma– paralizan el tráfico. Por eso ha sido notable la forma como se ha logrado manejar los sistemas de emergencia, con un poco de participación de todo, incluso de los mismos representantes internacionales, que de hecho armaron sus propias agendas y de los ciudadanos romanos –te ponía el caso de la parálisis total de uso de transporte privado en estas horas–, creo que entre todos han ayudado para que esto estuviera dentro del orden y los límites que todos estamos observando.

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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Mauricio Erramuspe