Niinistö, el popular, conservador y europeísta presidente finlandés
El actual presidente de Finlandia, el conservador moderado y europeísta convencido Sauli Niinistö, es el gran favorito ante las elecciones presidenciales de este domingo gracias a que ha logrado aumentar su popularidad durante los seis años de su primer mandato.
Los últimos sondeos le dan un 58 por ciento de intención de voto frente al 14 por ciento de su principal adversario, el diputado ecologista Pekka Haavisto, por lo que puede ser el primer candidato que resulte elegido en primera vuelta desde que en 1994 se instauró el sufragio directo para elegir al Jefe del Estado.
Hace seis años, Niinistö logró una clara victoria en la segunda vuelta de las presidenciales precisamente contra Haavisto, un triunfo histórico que puso fin a tres décadas seguidas de presidencias socialdemócratas.
Nacido el 24 de agosto de 1948 en Salo, una pequeña ciudad situada a 113 kilómetros al oeste de Helsinki, Niinistö se graduó en Derecho en 1974 por la universidad de Turku y estableció su propio bufete en su localidad natal.
Su carrera política empezó en 1977 como concejal en el ayuntamiento de Salo, donde trabajó hasta 1992.
Fue elegido diputado por primera vez en 1987 y desde entonces ocupó diversos cargos parlamentarios, hasta que en 1994 fue nombrado líder del partido conservador Kokoomus.
Un año más tarde, coincidiendo con la entrada de Finlandia en la Unión Europea (UE), formó parte del Gobierno de coalición presidido por el socialdemócrata Paavo Lipponen, primero como ministro de Justicia y luego como titular de Finanzas.
Fueron años difíciles para la economía finlandesa, golpeada por la desaparición de la Unión Soviética, hasta entonces su principal socio comercial, lo que obligó a Niinistö a aplicar impopulares recortes en las prestaciones sociales para sanear las cuentas públicas y reducir el déficit.
Su firme europeísmo fue clave para que Finlandia decidiera renunciar a su moneda, el marco finlandés, y se sumara a los países de la UE que adoptaron el euro, desmarcándose del resto de los Estados nórdicos.
Niinistö anunció su retirada gradual de la política en 2001, año en el que abandonó la presidencia del partido conservador, aunque siguió ejerciendo como ministro de Finanzas hasta el final de la legislatura, en 2003.
Ese año se mudó a Luxemburgo para ocupar la vicepresidencia del Banco Europeo de Inversiones (BEI), cargo que desempeñó hasta enero de 2007.
En 2006 regresó a la política nacional y se presentó a los comicios presidenciales, en los que, contra todo pronóstico, estuvo a punto de derrotar a la socialdemócrata Tarja Halonen, quien finalmente logró ser reelegida para un segundo mandato por apenas tres puntos de diferencia.
Un año más tarde recuperó su acta de diputado y fue nombrado presidente del Parlamento finlandés, puesto que ejerció con mucha discreción para evitar todo desgaste político y cimentar su llegada a la Jefatura del Estado en las presidenciales de 2012.
Si bien su carrera profesional está jalonada de éxitos, su vida privada, en cambio, está marcada por la tragedia: su esposa, con la que llevaba 21 años casado, murió en 1995 en un accidente de tráfico que conmocionó al país nórdico.
Su segunda experiencia traumática fue en 2004, cuando disfrutaba de unas vacaciones en Tailandia junto a sus dos hijos y logró sobrevivir al tsunami que asoló el sudeste asiático aferrándose durante horas a un poste telefónico.
Tras mantener una relación sentimental durante varios años con Tanja Karpela, ex miss Finlandia, Niinistö se casó en segundas nupcias en 2009 con la poetisa Jenni Haukio, 29 años más joven.
A sus 69 años, Niinistö está a punto de tener su tercer hijo, el primero con su actual esposa. EFE