"Tras siete años de parálisis en el Consejo de Seguridad, la situación en Siria pide a gritos ser trasladada a la Corte Penal Internacional (CPI) y un esfuerzo mucho más concertado por parte de los países para llevar la paz" al país árabe, señaló Zeid en un comunicado.

"La gestión de esta guerra ha sido una tremenda vergüenza desde el principio y la imposibilidad de acabar con ella implica un fracaso épico de la diplomacia global", recalcó.

La ONU dispone de informaciones y de vídeos que sugieren que el 4 de febrero se emplearon agentes tóxicos en bombardeos sobre un área residencial en Saraqueb, si bien no hubo aparente muertos durante el ataque,dijo Zeid, que también se refirió a la escalada del enfrentamiento armado en las provincias de Idleb y Guta Oriental.

Los ataques han impactado en al menos nueve centros médicos, seis de ellos en Idleb y tres en Guta Oriental, dijo, y calificó los bombardeos atroces una "ironía cruel" teniendo en cuenta que ambas zonas fueron declaradas áreas de distensión.

La oficina de Zeid ha recibido informes sobre la muerte de al menos 277 civiles entre el 4 y 9 de febrero, 230 de ellos por bombardeos aéreos del Gobierno sirio y sus aliados, dijo.

Otros 812 civiles resultaron heridos.

La oficina de Zeid ha recibido informaciones de bombardeos aéreos contra al menos nueve centros médicos en Idleb y en Guta Orienta.

En Idleb, donde residen al menos 2 millones de sirios, la ofensiva aérea y terrestre de las fuerzas sirias y sus aliadas ha provocado la muerte de civiles y ha dejado atrás una amplia destrucción que ha llevado a desplazamientos de miles de personas.

En ataques sobre áreas residenciales en Duma el 6 de febrero murieron al menos 31 civiles.

La intensificación de ataques aéreos y terrestres en Guta Oriental, donde se ven atrapados unos 350.000 sirios, ha causado la muerte de al menos 210 civiles, una cuarta parte de ellos niños y 42 mujeres entre el 5 y 8 de febrero, relató Zeid.

Zeid también dijo que se registraron numerosos ataques con morteros y misiles en áreas controladas por la oposición en zonas poblaciones pobladas en Damasco y suburbios, en manos del Gobierno sirio, en los que fallecieron al menos siete civiles y 18 resultaron heridos entre el 6 y 9 de febrero.

En Afrín, controlado por fuerzas kurdas, una ofensiva turca lanzada el 20 de enero ha causado la muerte de niños, y parte de la población que quiere huir no puede hacerlo porque las milicias lo impide, dijo Zeid.

A su vez en el este del país continúan los bombardeos y ataques terrestres en áreas bajo control del Estado Islámico (EI), principalmente en Deir al Zur, y en Al Raqa los sirios siguen enfrentando duras condiciones de vida tras la expulsión de los yihadistas el año pasado. EFE