Anuncian el cierre de la única cárcel en Buenos Aires
Autoridades argentinas anunciaron oficialmente el cierre de la única cárcel que queda en Buenos Aires y el traslado de las 1.800 personas que están presas a la provincia homónima, medida que prevén finalizar en dos años y medio.
El alcalde de la ciudad, Horacio Rodríguez Larreta, y el ministro de Justicia argentino, Germán Garavano, hicieron oficial la "mudanza" del centro penitenciario federal del barrio porteño de Devoto al de la localidad bonaerense de Marcos Paz, una decisión que responde a un reclamo histórico de los vecinos.
"Es fundamental para que los detenidos estén en mejores condiciones. Pensemos que en Argentina nunca se invirtió en el servicio penitenciario y se generaron estas cárceles que tienen casi 100 años, que no son adecuadas para trabajar con las personas privadas de libertad", señaló Larreta en un acto realizado frente a la cárcel de Devoto.
Allí, acompañado de autoridades políticas, representantes de las fuerzas de seguridad y vecinos de la zona, hizo hincapié en la necesidad de poder trabajar con los internos "desde otra mirada: con un trato mucho más humano, con mucha más dignidad" para lograr que quienes "cumplen sus sanciones puedan vivir socialmente sin quedarse en este círculo vicioso del delito".
Según detalló, está previsto que en los próximos seis meses se terminen los planos del terreno y se publique su licitación, tras lo que comenzará una "obra de gran envergadura" que esperan que se extienda durante dos años.
El 65 % del predio que quedará tras el cierre será destinado a un espacio verde público, mientras que el 35 % restante se venderá para el desarrollo de viviendas, cuya altura no superará la que actualmente tiene la prisión.
Con el dinero que se obtenga de esta venta, se construirá la nueva sede penitenciaria, en la cárcel de Marcos Paz.
Una vez esté listo el centro, se procederá al traslado de las 1.800 personas que actualmente están presas en Devoto en las "peores condiciones", apuntó el alcalde.
Por su parte, Garavano destacó que esta medida forma parte de la "ambiciosa" transformación del sistema penal que está impulsando el Gobierno con su programa "Justicia 2020" y que incluye "un montón de reformas del sistema penal, desde el código procesal penal hasta la mejora del sistema penitenciario", aseguró.
La cárcel de Devoto fue inaugurada en 1927 para recibir a condenados por "ebriedad o vagancia" en un centro que dependía de la Policía.
Treinta años después pasó a formar parte del Servicio Penitenciario Federal, las rejas del exterior fueron reemplazadas por muros de siete metros de altura y se transformó en un complejo de máxima seguridad, lo que empezó a provocar el rechazo de los habitantes del barrio. EFE