Quién es Martín Vizcarra, el nuevo presidente de Perú
Después del terremoto político en Perú, el hasta ahora vicepresidente asumirá la presidencia. Pero, ¿quién es Martín Vizcarra y bajo qué condiciones está dispuesto a completar el periodo abandonado por Kuczynski?
Tras la renuncia de Pedro Pablo Kuczynski (PPK) a la presidencia de Perú este miércoles (21.03.2018), la incógnita sobre quién lo reemplazaría crecía.
A pesar de que, por mandato constitucional, le correspondía asumir el cargo al primer vicepresidente Martín Vizcarra, sus propios colegas de bancada, días antes, lo emplazaban a renunciar por lealtad a PPK. Pedido al que Vizcarra contestaba con un ambiguo silencio. Sin embargo, ante los videos difundidos por la oposición fujimorista donde se escucha a un ministro ofreciendo obras públicas a legisladores a cambio de sus votos en contra de la moción de destitución, el panorama cambió.
Horas después de oficializada la salida de PPK, Vizcarra rompió finalmente su silencio y señaló en Twitter estar "indignado por la situación actual, como la mayoría de peruanos. Pero tengo la convicción que juntos demostraremos una vez más que podemos salir adelante. Por ello, regreso al Perú para ponerme a disposición del país, respetando lo que manda la Constitución".
De este modo, Vizcarra terminaba con la incertidumbre y aceptaba asumir la presidencia del país andino. Su llegada a Lima está prevista para este jueves por la noche desde Canadá, país donde se desempeñaba como embajador.
Pero, ¿quién es Martín Vizcarra?, ¿bajo qué condiciones está dispuesto a completar el periodo abandonado por su antecesor con un Parlamento de mayoría opositora?, ¿tomará distancia de Kuczynski, acusado de recibir fondos de Odebrecht, y también del fujimorismo?
Su "milagro educativo"
Antes de ingresar a la política, Martín Vizcarra, un ingeniero civil que irónicamente cumplirá 55 años este viernes cuando juramente como nuevo presidente de Perú, se dedicaba a sus negocios de construcción. Su salto a la arena política lo dio como presidente regional de Moquegua, ciudad ubicada al sur peruano, entre 2011 y 2014.
Durante su mandato aprovechó la bonanza minera de su región y aumentó el presupuesto para el sector de la educación, obteniendo los mejores índices a nivel nacional. El resultado de su gestión se veía reflejado en las pruebas de matemática y comprensión lectora que son tomadas anualmente por el Ministerio de Educación. Y Vizcarra era denominado como el autor de ese "milagro educativo" en su región.
Además, por su oportuna negociación entre mineros y el Estado peruano, logró sacar adelante espinosos proyectos mineros. Argumentos que lo hacían atractivo para muchos partidos políticos y por lo que fue invitado a integrar la plancha presidencial de Kuczynski como primer vicepresidente para las elecciones de 2016.
Después del apretado triunfo electoral junto a PPK, el elegido vicepresidente Vizcarra asumió también como ministro de Transportes y Comunicaciones. Cargo del que diez meses después tuvo que despedirse luego de que la Contraloría detectara irregularidades en los ajustes hechos al contrato del aeropuerto internacional de Chinchero, en Cusco.
Un contrato que fue firmado por su viceministra, Fiorella Molinelli, pero que cobró la cabeza de Vizcarra por ser competencia de su sector. El Congreso lo acusaba de pretender favorecer a un consorcio privado. Desde entonces, Vizcarra pidió ser enviado a Canadá como embajador para calmar así el ruido político tras su renuncia como ministro.
Los retos de Vizcarra
Para el politólogo de la Universidad Católica de Perú, Fernando Tuesta, el futuro presidente Vizcarra no cuenta con un partido que le dé un nivel de autonomía en relación a los partidos en el Parlamento: "Algo que puede ser una ventaja, pues tiene las manos libres como para designar un Gabinete compuesto por personalidades políticas de experiencia. Todo esto sobre la base de coaliciones políticas y sociales que le permitan no ser un rehén del fujimorismo".
Ahora, "el gobierno de Vizcarra debe resolver las demandas ciudadanas embalsadas en estos casi veinte meses. Si no lo logra, su gobierno puede ser más débil que el de PPK y el fantasma de la renuncia puede acechar nuevamente", señala el politólogo Tuesta.
Por lo pronto, según una encuesta de la empresa GFK publicada hoy (23.03.2018), el 49 por ciento de los peruanos cree que los vicepresidentes también deberían renunciar y que el presidente del Congreso debería convocar a nuevas elecciones generales.
Apenas un 26 por ciento se mostraba de acuerdo con que Vizcarra termine su mandato en 2021. Quizá sea hora de aplicar los dotes de mediador que lo llevaron antes a ganar prestigio en su región y pida apoyo a todas las fuerzas políticas del país para gobernar. Y con ello, quizá, aumente también su aprobación a nivel nacional.