"Vamos a vencer esta batalla contra el crimen organizado", señaló el mandatario en su perfil oficial de Twitter al anunciar que acababa de firmar el decreto.

El valor previsto inicialmente por el Ejecutivo brasileño era de 1.000 millones de reales (300 millones de dólares), pero finalmente ha sido aumentado en otros 200 millones de reales (unos 60 millones) más.

No obstante, la cifra destinada es notablemente inferior a los 3.100 millones de reales (unos 931 millones de dólares) que el general Walter Braga Netto, el interventor de Río, dijo que, como mínimo, se necesitarían para acabar con el déficit en el área de la Seguridad Pública de esa región.

La intervención militar en el área de seguridad de Río fue decretada por Temer el pasado 16 de febrero, con objeto de poner freno a la ola de violencia que solo en 2017 causó 6.731 muertes, entre ellas las de más de 100 policías y una decena niños alcanzados por balas perdidas.

Esa decisión, que dejó en manos del Ejército el control de la seguridad de todo el estado de Río (sudeste), ha sido ampliamente criticada por movimientos sociales y sectores de la oposición, que denuncian que la medida está motivada por factores políticos y electorales, una tesis negada con rotundidad por el propio Temer.

Las Fuerzas Armadas, que desde la intervención han realizado diversas operaciones en favelas aunque sin entrar en el combate directo contra las bandas criminales, no han conseguido hasta ahora poner fin a la violencia que vive la ciudad desde que organizó los Juegos Olímpicos de 2016.

En paralelo, este martes 3.400 miembros del Ejército y 500 policías realizaron una operación contra el crimen organizado en el complejo de Lins de Vasconcelos, un conjunto de favelas en la zona norte de Río, que desembocó en la detención de al menos 24 sospechosos, según informaron fuentes oficiales. 

EFE