El presidente palestino, Mahumd Abbas, declaró para hoy una jornada de luto. En la Franja de Gaza serán enterrados los muertos y la población está llamada a visitar a los heridos. 

Según el Ministerio de Salud palestino, los soldados israelíes mataron ayer viernes (30.03.2018) al menos a 15 palestinos en la denominada "Gran Marcha del Retorno". Según esa fuente, más de 1.400 personas resultaron heridas durante la marcha, sobre todo como consecuencia del uso de gas lacrimógeno. 

Con esta marcha, a la que según los palestinos asistieron más de 20.000 personas, la organización radical palestina Hamas quiere subrayar el derecho a regresar de los refugiados palestinos y sus descendientes, que huyeron o fueron expulsados del territorio que hoy es Israel. Las autoridades israelíes se niegan a su regreso. La marcha, que da inicio a seis semanas de protestas en la frontera, fue calificada como pacífica por sus organizadores. Sin embargo, el Ejército israelí acusó ayer al movimiento Hamas, que gobierna la Franja de Gaza, de utilizar "estos disturbios violentos para camuflar el  terrorismo".

Preocupación en la ONU

El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, se mostró  "profundamente preocupado" por los enfrentamientos y pidió una investigación independiente sobre las muertes. El Consejo de Seguridad de la ONU sesionó a puerta cerrada en Nueva York durante la noche sobre la escalada de violencia.

"El riesgo es que esto sea sólo el comienzo de una oleada de enfrentamientos", alertó el experto alemán en Cercano Oriente Marc Frings. "Hasta mediados de mayo habrá una fase de inseguridad total", señaló a dpa Frings, director de la Fundación Konrad Adenauer en Ramalá, vinculada al partido cristianodemócrata alemán (CDU).

La cuestión, según Frings, es si la organización radical Hamas consigue impulsar más disturbios, aunque la conmoción por la elevada cifra de muertos del viernes también podría sacar a la calle a la población en Cisjordania.  

Sin embargo, para este experto no hay riesgo de que se produzca una nueva intifada, un levantamiento armado palestino. "En la sociedad impera más el letargo", señaló. "El rechazo a sus propios líderes hace difícil que tengan un objetivo común", opinó. Muchos palestinos consideran que las autoridades son corruptas.