La visita de Kim a China complica el escenario para la cumbre con Trump
La reunión de esta semana entre los líderes de China, Xi Jinping, y Corea del Norte, Kim Jong-un, ha complicado los cálculos de Washington respecto a la cumbre que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quiere mantener con el dictador norcoreano, según varios expertos.
La histórica visita a China del líder norcoreano, que supuso su primer viaje al exterior desde que llegó al poder en 2011, fue recibida con optimismo por parte de Trump, quien interpretó la reunión en Pekín como una señal de que Kim "hará lo correcto" en el camino a la desnuclearización.
"Estamos avanzando muy bien con Corea del Norte", aseguró Trump en un discurso el jueves en Ohio.
Pero quienes siguen de cerca la relación entre Washington y las dos Coreas no ven tan claro que el acercamiento de Kim a Xi vaya a repercutir necesariamente en una mejora de las condiciones para la cumbre entre Trump y el líder norcoreano.
La relación entre Kim y Xi nunca había sido especialmente buena, y, según algunos analistas, esa tensión entre Pekín y Pyongyang podría haber dado ventaja a Trump a la hora de conseguir sus objetivos en una cumbre con el líder norcoreano.
"Para Kim Jong-un, este viaje puede haber sido una política de seguro, para garantizar que, incluso si fracasan las conversaciones en la cumbre con Estados Unidos, Corea del Norte todavía podría apoyarse en su relación con China", escribieron dos expertos del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS), Victor Cha y Sue Mi Terry, en la página web de esa institución.
"Esta reunión, y el tono del comunicado chino al respecto, mejora mucho el margen de maniobra de Kim Jong-un en las conversaciones (con Trump). Demuestra que Kim tiene un amigo en Pekín", dijo, por su parte, Adam Mount, experto en Corea del Norte y defensa en la Federación de Científicos Estadounidenses, a la cadena CNN.
Además, el acercamiento se produce en un momento en el que Trump ha hecho sonar los tambores de guerra comercial con China al anunciar fuertes aranceles y restricciones a la inversión china en Estados Unidos, y eso podría reducir las perspectivas de un frente común entre Pekín, Washington y Seúl en sus negociaciones con Pyongyang.
"Estados Unidos siempre intenta separar los temas económicos de los políticos, pero China no hace eso. Ellos mezclan sus herramientas de presión económicas con las políticas", dijo a Efe una experta en Corea del Norte en el CSIS, Lisa Collins.
"La amenaza de guerra comercial de Estados Unidos a China hace definitivamente más difícil que China coopere con ellos en la presión a Corea del Norte, sobre todo en lo relativo al alivio de sanciones", agregó Collins.
Sin embargo, esa analista cree que, por ahora, el hecho de que Kim haya viajado a China "aumenta las posibilidades" de que la cumbre entre Trump y el líder norcoreano pueda producirse.
"Gracias a eso tenemos una confirmación secundaria de que Kim quiere reunirse con Trump, algo que hasta ahora solo habíamos escuchado a través de los surcoreanos", recordó.
Entre sus reuniones con Xi y Trump, el líder norcoreano tiene programada una cumbre el 27 de abril con el presidente surcoreano, Moon Jae-in, y hay rumores sobre su intención de visitar Rusia, lo que revela un intento de sacar al régimen de su aislamiento.
La Casa Blanca se ha mostrado "cautelosamente optimista" de que habrá una cumbre entre Kim y Trump, pero no ha querido confirmar la fecha adelantada por el Gobierno surcoreano, que aseguró que la cita tendría lugar antes de finales de mayo.
Esa prudencia puede estar relacionada con la falta de certezas sobre lo que Corea del Norte quiere exigir a cambio de su compromiso de desnuclearización, dado que, en pasadas negociaciones, han pedido desde alivio de sanciones hasta ayuda económica, pasando por la retirada de las tropas estadounidenses de la península coreana.
A ese contexto se suma la próxima llegada como asesor de seguridad nacional de Trump de John Bolton, un diplomático de línea dura que ha abogado por lanzar un ataque preventivo contra Corea del Norte, y cuyo consejo podría apartar al volátil presidente estadounidense del camino de la diplomacia.
"Yo diría que la probabilidad de que haya una cumbre exitosa (entre Trump y Kim) es del 30 %. Es muy probable que Kim imponga condiciones previas muy duras, a las que Washington nunca se plegará", afirmó a Efe el director de estudios de defensa en el conservador Centro para el Interés Nacional, Harry Kazianis.