Partido de sindicalistas postula a exministro de Lula como candidato a presidente
Solidaridad, un partido vinculado a organizaciones sindicales, postuló como su precandidato a la Presidencia de Brasil a Aldo Rebelo, un antiguo dirigente comunista que fue ministro en los gobiernos de Luiz Inácio Lula da Silva y Dilma Rousseff.
Con su candidatura llega a cerca de 20 el número de precandidatos a la Presidencia en las elecciones del próximo mes de octubre, consideradas como las más impredecibles desde el fin de la última dictadura militar (1964-1985).
Rebelo abandonó recientemente el Partido Socialista Brasileño (PSB) tras la decisión de esta formación de aceptar la inscripción del exmagistrado de la Corte Suprema Joaquim Barbosa para poder postularlo como su candidato a la Presidencia.
Sin el apoyo de los dirigentes del PSB, Rebelo se transfirió al Solidaridad, un partido fundado por líderes sindicales y actualmente presidido por el diputado Paulo Pereira da Silva, uno de los principales dirigentes de la central Fuerza Sindical, la segunda mayor unión de sindicatos de Brasil.
La postulación del exministro como precandidato presidencial fue hecha en un acto en la sede de Solidaridad en Sao Paulo en el que destacaron los discursos críticos al Gobierno del presidente Michel Temer y de apoyo a Lula, que cumple desde hace una semana una condena de 12 años de prisión por corrupción.
Rebelo comenzó su carrera política hace cuatro décadas como presidente de la Unión Nacional de los Estudiantes (UNE) y como miembro del Partido Comunista do Brasil (PCdoB), formación a la que renunció el año pasado y a la que representó en los gabinetes de Lula y de Rousseff.
El exministro, que presidió la Cámara de Diputados entre 2005 y 2007, se turnó en ambos gobiernos como ministro de Defensa, Ciencia y Tecnología, Deportes y Relaciones Institucionales.
Rebelo es otro de los candidatos de izquierda que aspira a ocupar el espacio que pueda dejar Lula, el líder en todos los sondeos de intención de voto pero cuya candidatura está comprometida tanto por su encarcelamiento como por una ley que inhabilita a las personas condenadas en segunda instancia.
Pese a que el Partido de los Trabajadores (PT) ha dicho que luchará en todas las instancias para mantener la candidatura de Lula, varias fuerzas de izquierda, que eran tradicionales aliados del PT, han lanzado sus candidaturas propias.
La última fue Marina Silva, exministra de Medioambiente de Lula y tercera más votada en las presidenciales de 2010 y de 2014, cuya precandidatura fue confirmada por la Rede Sustentabilidade el mismo día en que el expresidente se entregó a la Policía.
El mismo día el Partido Socialista Brasileño (PSB) dijo que evalúa si postulará al exmagistrado Joaquim Barbosa, el primer negro en llegar a la Corte Suprema de Brasil y el responsable por mandar a la cárcel a 24 colaboradores y aliados de Lula en un juicio por corrupción que puso a tambalear a su gobierno en 2005.
Otras fuerzas de izquierda con precandidatos confirmados son el Partido Comunista do Brasil (PCdoB), que inscribirá a la exdiputada Manuela d'Avila; el Partido Socialismo y Libertad (PSOL) al líder de los Sin Techo Guilherme Boulos; el Partido Socialista de los Trabajadores Unificados (PSTU) a la sindicalista Vera Lucia; y el Partido Democrático Laborista (PDT) al exministro Ciro Gomes, el tercero más votado en las presidenciales de 1998 y cuarto en 2002.
A ellos se suma ahora Aldo Rebelo, otro exministro de Lula y que confirmó su aspiración pese a considerar injusto tanto el encarcelamiento como el impedimento electoral del fundador del PT.
El segundo en los sondeos de intención de voto tras Lula es el diputado ultraderechista Jair Bolsonaro, un militar en la reserva defensor de la última dictadura y postulado por el Partido Social Liberal (PSL).
Pero Bolsonaro tiene que disputar votos en la centro-derecha con otros candidatos más viables como Geraldo Alckmin, que renunció a la gobernación de Sao Paulo para poder disputar por el PSDB, y quien sea elegido por el MDB, que aún no decidió entre el propio Temer, que ya admitió su deseo de intentar la reelección, y su ahora exministro de Hacienda Henrique Meirelles.
La centroderecha tiene otros ocho precandidatos, entre los cuales el expresidente Fernando Collor, el diputado Rodrigo Maia, actual presidente de la Cámara Baja, y el empresario Flavio Rocha, propietario de una conocida red de tiendas y respaldado por un partido que tiene una gran influencia entre los evangélicos.
EFE