Macron inició una visita de Estado a EE.UU. marcada por Irán y el comercio
El presidente francés, Emmanuel Macron, llegó a Washington para convertirse en el primer líder homenajeado por Donald Trump con una visita de Estado, una ocasión que promete múltiples gestos de amistad pero también estará marcada por tensiones en torno al comercio y el acuerdo nuclear con Irán.
Macron aterrizó en Estados Unidos acompañado de su esposa Brigitte, y ambos pasearon por el centro de Washington antes de reunirse con Trump y su mujer, Melania, para una cena de bienvenida en Mount Vernon, la histórica residencia del primer mandatario de EE.UU., George Washington, en Virginia.
"Este es un gran honor y una visita de Estado muy importante, dado el contexto actual", dijo Macron a los periodistas al llegar a la base aérea de Andrews, en las afueras de Washington.
Esta es la primera vez que Trump saca la alfombra roja para recibir a un aliado extranjero desde que llegó al poder hace 15 meses: es el único presidente estadounidense en décadas que no acogió ninguna visita de Estado en su primer año en el poder.
Ambas capitales han destacado la complicidad entre los dos presidentes, y planean escenificarla en la pieza central de la visita: una lujosa cena de Estado que tendrá lugar este martes, horas después de que Trump y Macron se reúnan en la Casa Blanca y ofrezcan una conferencia de prensa conjunta.
"Tenemos una relación muy especial porque los dos venimos de fuera de nuestros sistemas. No somos parte del sistema político clásico", dijo Macron en una entrevista emitida el domingo en la cadena de televisión estadounidense Fox News.
Aunque hace un año muchos sospechaban que Trump prefería una victoria de Marine Le Pen sobre Macron en las elecciones francesas, el exmagnate inmobiliario de EE.UU. no tardó en acercarse al exbanquero de Francia cuando este llegó al poder en mayo, y ambos dieron muestras de sintonía en una reunión en París en julio pasado.
Pero su relación ha estado marcada por dos puntos de fricción: la decisión de Trump de retirarse del Acuerdo de París sobre cambio climático y su amenaza de abandonar el pacto nuclear con Irán que firmaron en 2015 EE.UU., Francia, Alemania, el Reino Unido, China y Rusia.
La visita de Macron se produce en un momento decisivo para ese último acuerdo, porque Trump ha dado un ultimátum a Francia, Alemania y el Reino Unido para que negocien con él un pacto paralelo que corrija los "defectos" del arreglo original antes del próximo 12 de mayo, si no quieren que se retire de él.
El objetivo del presidente francés es tratar de convencer a Trump de que no cumpla esa amenaza, porque, a su juicio, Occidente "no tiene ningún plan B para el tema nuclear" con Irán.
"Mi mensaje es: no abandone el pacto mientras no tenga una opción mejor para el tema nuclear, y completémoslo con (medidas) para contener sus misiles balísticos y (sus actividades) regionales", argumentó Macron en su entrevista con Fox News.
Según fuentes de la Casa Blanca, Francia, el Reino Unido y Alemania están "trabajando duro" para afrontar las preocupaciones de Trump sobre Irán, en particular sobre "el programa de misiles balísticos" y la caducidad de ciertas restricciones impuestas al programa nuclear iraní bajo el pacto de 2015.
Otro tema que preocupa a Macron es la inminente caducidad -el 1 de mayo- de la exención que Trump concedió a la Unión Europea (UE) para librarla temporalmente de sus aranceles al acero y el aluminio.
"Espero que no implemente los aranceles y que decida imponer una exención (permanente) para la Unión Europea. No puedes librar una guerra comercial con tu aliado", defendió Macron en la entrevista.
Por otro lado, la visita de Macron llega diez días después de que Trump lanzara una operación militar en Siria con Francia y el Reino Unido como represalia por el presunto uso de armas químicas, y el líder francés intentará convencer al estadounidense de que mantenga allí sus tropas incluso cuando se derrote al Estado Islámico (EI).
Esta será una semana de contactos con Europa para Trump, dado que este viernes visitará la Casa Blanca la canciller alemana, Angela Merkel, con quien el líder estadounidense ha tenido una relación más fría y que tendrá un recibimiento mucho menos pomposo.
"Al homenajear a Francia con una visita de Estado dos días antes de la simple visita de trabajo de la canciller Merkel, Trump peca de favoritismo entre los europeos, y envía un mensaje a Alemania y otros de que recompensará a los aliados que inviertan en su propia defensa, y no a los que tengan superávits comerciales", opinó Célia Belin, una analista de Brookings, en la web de esa institución.
EFE