Este siete de mayo, Vladimir Putin asumirá por cuarta vez como presidente de Rusia. En marzo pasado, ganó las elecciones con el 77 por ciento de los votos, y pareciera estar en la cima del poder. Según Gernot Erler, político socialdemócrata y excomisionado para las relaciones ruso-germanas, Putin interpreta este resultado electoral como un apoyo a su política, por lo que el experto pronostica "continuidad" en el Kremlin.

Una política interna cada vez más autoritaria

En años pasados, se pudo observar un estilo autoritario a nivel de política interna: limitaciones de la libertad de reunión, intimidación de la sociedad civil y más control sobre internet, en especial sobre las redes sociales.

"Temo que el desmontaje de la democracia continuará", dice Martin Schulze, profesor de historia de Europa del Este en la Universidad de Múnich, quien tampoco cree que la lucha contra la corrupción será exitosa. "El sistema se volverá más autoritario, acercándose peligrosamente a una dictadura", cree Manfred Hildermeier, un colega jubilado de la Universidad de Göttingen.

Una oposición poco peligrosa

Los expertos descartan un levantamiento como en las exrepúblicas soviéticas de Georgia y Ucrania, o como actualmente en Armenia. En las elecciones pasadas en Rusia, la oposición liberal no logró designar a un candidato común, señala Gernot Erler.

Asimismo, al líder opositor Alexei Navalny no se le permitió presentarse a los comicios. Según Hildermeier, dependerá del desarrollo económico ruso si habrá protestas y manifestaciones.

Retos económicos

Hasta ahora Putin supo estabilizar la economía tras su hundimiento en 2014 a raíz de la caída del precio del petróleo y las sanciones occidentales por la anexión de Crimea. Sin embargo, esta estabilidad se ve amenazada por las recientes y más duras sanciones estadounidenses. Stefan Meister, de la Sociedad Alemana de Política Exterior (DGAP), cree que en los próximos años la situación económica se volverá más difícil en Rusia. "Habrá menos dinero para las jubilaciones, la asistencia social, incluso para la defensa", dice. De ahí que la política interna cobrará más relevancia.

Distanciamiento de Occidente

En cuanto a su política exterior, "Rusia se siente muy segura de sí misma y se ve como un factor de orden en un futuro mundo multipolar", señala Erler. Rusia seguirá intentado "convertirse en una superpotencia", opina por su parte Stefan Meister. Moscú se beneficia de la "pasividad de Estados Unidos y la Unión Europea" por ejemplo en Siria y se convertirá en un importante actor en Medio Oriente, dice.

Los expertos concuerdan en que Rusia mantendrá su rumbo respecto a su distanciamiento de Occidente. Sin embargo, Schulze no cree que Rusia le de por completo la espalda a Occidente, puesto que el intercambio de información es "demasiado estrecho".

¿Su último mandato?   

Una de las preguntas más interesantes de su cuarto mandato es si será el último de Putin. La Constitución rusa solo contempla dos mandatos presidenciales consecutivos. El presidente deberá decidir en consecuencia si se retira o si modifica la Constitución. Manfred Hildermeier cree que habrá un cambio al frente del país. Después de seis años más en el sillón presidencial, en 2024 "un miembro leal de la élite política gobernante" podría convertirse en el próximo presidente.