"Esa decisión dependerá en último término del presidente Kim", dijo Pompeo en una comparecencia ante el comité de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes.

Pompeo se mostró "esperanzado" de que la histórica cumbre pueda producirse el 12 de junio en Singapur, como estaba previsto, a pesar de la incertidumbre que han generado las amenazas de Corea del Norte de cancelar el encuentro y las insinuaciones de Trump de que podría posponerse.

Trump dijo hoy que "la semana que viene" se sabrá si la cumbre se celebra finalmente en la fecha prevista, y garantizó que "algún día, en alguna fecha, se producirá, absolutamente".

La Casa Blanca reveló hoy que este fin de semana enviará a Singapur al vice jefe de gabinete de la Casa Blanca para operaciones, Joe Hagin, para continuar con los preparativos de la cumbre, lo que sugiere que aún hay cierta confianza en la fecha del 12 de junio.

En una conferencia de prensa junto al ministro de Exteriores chino, Wang Yi, Pompeo aseguró haber recibido garantías de que Pekín mantendrá su presión a Pyongyang mientras prosiguen las negociaciones de Estados Unidos y Corea del Sur con Kim.

"Estados Unidos está "firmemente comprometido a mantener la presión a Corea del Norte y seguir implementando todas las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU hasta que veamos y logremos la desnuclearización completa y verificable de Corea del Norte", subrayó Pompeo.

Por su parte, el jefe de la diplomacia china confió en que la cumbre entre Trump y Kim "se produzca y sea exitosa" y "productiva, con resultados".

"He dicho a mis homólogos en Estados Unidos que si quieren la paz, ahora es el momento", afirmó Wang.

El titular de Exteriores chino advirtió, no obstante, que en las negociaciones "es necesario afrontar las preocupaciones legítimas de seguridad de Corea del Norte". 

EFE