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Huelga de camioneros llega al octavo día en Brasil, pese a concesiones de Temer

Huelga de camioneros llega al octavo día en Brasil, pese a concesiones de Temer

La huelga de camioneros que tiene paralizado a Brasil y provocó el desabastecimiento de alimentos, combustibles y hasta insumos para hospitales llegó a su octavo día, pese a las concesiones anunciadas en la noche del domingo por el presidente brasileño, Michel Temer.

Una gran parte de los camioneros mantuvo sus vehículos estacionados en las carreteras este lunes y bloqueando parcialmente importantes vías pese a que los dirigentes sindicales que negociaron con el Gobierno anunciaron anoche que recomendarían el fin de la huelga tras las nuevas concesiones anunciadas por Temer.

Según un balance de la Policía Federal de Carreteras, las protestas proseguían en la mañana de este lunes en al menos 22 de los 27 estados de Brasil y, pese a que el número de bloqueos es muy inferior al de los primeros días de paralización, la huelga mantenía en caos al país.

Los bloqueos ya habían sido reducidos significativamente el jueves, cuando el jefe de Estado autorizó la movilización de miembros de las Fuerzas Armadas para despejar las vías.

En gran parte de las grandes ciudades de Brasil los puestos de abastecimiento continuaban sin combustibles, los mercados seguían sin recibir alimentos, los hospitales operaban en régimen de emergencia y las universidades y escuelas anunciaron que cerrarán sus puertas a partir de este lunes y hasta nueva orden.

De acuerdo con la Empresa de Administración Aeroportuaria, ocho de los grandes aeropuertos del país estaban sin combustible y, pese a que los vuelos no fueron suspendidos, tan sólo podían operar aviones con queroseno suficiente para regresar a su destino.

El abastecimiento de combustibles no se ha normalizado pese a que desde el sábado los camiones cisterna que salen cargados de las refinerías son escoltados por vehículos militares.

Sin combustible siquiera para los autobuses, las flotas de transporte público operaban con restricciones en casi todas las ciudades, con una reducción de hasta el 70 % en ciudades como Sao Luis y del 30 % en Sao Paulo y Río de Janeiro.

El Gobierno, sin embargo, espera que la situación comience a normalizarse este lunes luego del acuerdo que firmó en la noche del domingo con representantes de los camioneros y en el que aumentó las concesiones que ya había ofrecido en un acuerdo logrado el jueves.

Según voceros del Gobierno, los camioneros aún están esperando la orientación de sus representantes para levantar la huelga.

"El acuerdo fue el mejor que podíamos conseguir. Le pido a los camioneros que levanten los campamentos y sigan su vida", afirmó el presidente de la Asociación Brasileña de los Camioneros (Abcam).

"El Gobierno atendió todas nuestras reivindicaciones. Recomendaremos el regreso al trabajo, pero el fin de la huelga va a depender de las asambleas que realizarán los camioneros en cada uno de los campamentos", dijo el presidente de la Confederación Nacional de los Transportadores Autónomos, Diumar Bueno.

Temer, en un pronunciamiento que hizo en la noche del domingo en cadena nacional de radio y televisión, anunció nuevas concesiones del Gobierno para poder poner fin a la huelga, entre las cuales la reducción del precio del litro de diesel en 0,46 reales (unos 0,13 dólares) por los próximos 60 días.

Los camioneros habían rechazado el acuerdo anterior por el que el Gobierno se comprometió a reducir el precio del litro de diesel en 0,23 reales (unos 0,07 dólares) por un período inicial de 30 días.

El precio del diesel ya disminuido tendrá una validez por los 60 días sin modificación y después se realizarán ajustes mensuales para que cada camionero pueda planear mejor los costos de los fletes.

Para lograr el nuevo precio del diesel, el Gobierno eliminará uno de los impuestos que inciden sobre el combustible, con lo que la disminución final será de casi un 20 %.

El Gobierno también cedió y aceptó eximir a los camioneros de pagar peajes cuando viajen con sus ejes suspendidos por estar vacíos y decidió fijar valores mínimos para el flete de carretera.

Las concesiones, principalmente el subsidio a los combustibles que se le ofrecerá a los camioneros, tendrá un costo para las arcas públicas de cerca de 9.500 millones de reales (unos 2.638,9 millones de dólares). EFE