Las gasolineras de diversas ciudades, entra ellas Río de Janeiro, han sido abastecidas gradualmente, aunque las filas en los puestos continuaban siendo kilométricas debido a la escasez de combustible que ha afectado a millones de brasileños.

Los camiones de combustible han sido escoltados por militares y por la policía en medio de los bloqueos que aún mantienen algunos camioneros, que protestan desde hace más de una semana debido a las constantes alzas del precio del diesel por la presión del mercado internacional y la fuerte devaluación del real en los últimos meses.

Mientras tanto , las acciones de la petrolera estatal Petrobras se dispararon en hoy en la Bolsa de Valores de Sao Paulo después de las fuertes pérdidas registradas desde la semana pasada por la reducción del precio del diesel anunciada por el Gobierno para frenar la huelga de los camioneros.

A pesar de la recuperación de este martes, las acciones de la petrolera acumulan una caída de más del 30 % como consecuencia de la huelga.

Por su parte, la Confederación Nacional de la Industria (CNI) de Brasil se plantó hoy contra el posible aumento de impuestos para cubrir el subsidio al diesel.

"En vez de querer aumentar más la ya pesada cargada tributaria que pesa sobre el sector productivo y la sociedad brasileña en general, el Gobierno debería trabajar para reducir la burocracia y los gastos cada vez mayores del Estado", indicó la CNI en una nota.

Brasil, uno de los mayores exportadores de carne del mundo, dejó de exportar 120.000 toneladas de carne de pollo y cerdo desde el inicio del conflicto.

La Asociación Brasileña de Proteína Animal denunció la mortandad de casi 70 millones de aves como consecuencia directa de la huelga, mientras que 1.000 millones de aves y 20 millones de cerdos están en riesgo de muerte.

Las asociación advirtió que la "situación es alarmante para todo el sector" y señaló que la continuidad de la huelga "supone un riesgo para el país y exige una acción fuerte e inmediata del Gobierno".

El domingo el Gobierno firmó un acuerdo para poner fin a la paralización, que provocó además un descenso en la entrada de mercancía brasileña a Paraguay, con lo que se estima una pérdida de entre 5 y 7 millones de dólares en la recaudación aduanera.

Sin embargo la paralización continuó este lunes en todo el país y el presidente de la Asociación Brasileña de los Camioneros, José da Fonseca Lopes, denunció que hay "infiltrados" que "quieren derribar el Gobierno" y que amenazan a los transportistas que han llegado a un acuerdo para poner fin a la huelga.

Fuente: Efe