Elecciones en Colombia: un resultado crucial para la geopolítica y economía latinoamericanas
Sinopsis histórica: la Colombia política y económica del siglo XX y la influencia de los rasgos políticos del pasado en la Colombia actual y futura.
Colombia es un claro ejemplo de república democrática latinoamericana, con una historia política de un marcado bipartidismo fundacional, con la existencia de los partidos liberal y conservador, y con la alternancia de ambos en el gobierno y entre periodos de guerras civiles, a partir de su independencia como nación de la llamada Gran Colombia (integrada junto con Ecuador y Venezuela).
Otro rasgo de existencia crónica ha sido el de la guerrilla, que ya operaba a los márgenes de los enfrentamientos civiles y militares de ambos partidos, ubicada en las zonas rurales, en las que latía el conflicto entre sectores del campesinado, pequeños agricultores y poblaciones marginadas del desarrollo agrícola latifundista y comercial.
Las rivalidades cuadillistas locales, el antagonismo recurrente entre liberales y conservadores, la politización del ejército y de la policía, la influencia del comunismo y de sectores radicales del liberalismo combinadas con las coyunturas económicas inestables, fueron gestando las condiciones para el estallido de violencia política a partir de la década de 1950.
Esta situación permitió el posterior surgimiento de grupos terroristas y de guerrilla como el M19 y las FARC. El auge del narcotráfico entre 1970 y 1980 agregó mayor intensidad y diversidad a la violencia instalada como factor influyente en la vida de Colombia.
Cuatro grandes hitos de la historia contemporánea colombiana permiten enmarcar su actual situación política, y que ayudan a explicar los motivos por los cuales este país se encuentra ahora ante un umbral cuyo cruce será decisivo, a partir de su futuro político, posteriormente al ballotage.
El primero es el contexto político continental, con sistemas políticos que parecen estar atravesando un periodo de transformación, dentro del marco bipolar del populismo y de la centro derecha como sus dos referentes. Este fenómeno también tiene lugar en el actual proceso electoral colombiano.
El segundo es la desaparición del bipartidismo liberal-conservador, y el surgimiento de tres grandes polos políticos: el "uribismo", representado por "Primero Colombia" y el "Centro Democrático" (de Iván Duque) y el "santismo", representado por el "Partido Social de Unidad Nacional". Ambos, poseen las caracterísiticas básicas del actual escenario continental, al tratarse de coaliciones partidarias de raigambre liberal, pero con matices en sus respectivas inclinaciones hacia el conservadurismo de derecha en el caso del "uribismo" y de un liberalismo de centro en el caso del "santismo". Ambos grupos son producto de una ruptura en el eje liberal de Uribe, la cual se ha ido profundizando. El tercer gran polo es el que encabeza ahora el principal opositor, Gustavo Petro, de extracción de izquierda y que lidera una coalición de diversas corrientes de corte progresista.
El tercer factor, es el de la situación política que se gesta a partir del acuerdo de paz entre el Estado colombiano y las FARC, el que fue causa principal de la ruptura entre Uribe y Santos, y que forma parte de la plataforma política de Iván Duque,quien declaró inaceptable dicho acuerdo y al que ha anunciado su denuncia y eventual nulidad, de llegar a la presidencia.
El cuarto agente es el cambio de la bipolaridad, a un escenario del que emergería una coalición de derecha liberal en lo económico y conservadora en lo político, representada por el "uribismo" y con Iván Duque como posible presidente y como legado del bipartidismo tradicional, y un eventual polo opositor, cuya composición definitiva dependerá del reagrupamiento de las corrientes que representan tanto Gustavo Petro y su coalición "Colombia Humana" y el tercer candidato más votado, Sergio Fajardo, de la coalición de centro "Compromiso Ciudadano".
Estos cuatro agentes convergen hacia un probable escenario político de posibles oposiciones radicales y fuertes antagonismos, que harían retrotraer a Colombia a periodos históricos, durante los cuales, las oposiciones extremas, dieron lugar a enfrentamientos violentos.
Escuche el análisis completo de John Moor y Darío Klein.: