Merkel ante el peligro de la ruptura con su aliado histórico bávaro
La canciller alemana, Angela Merkel, se enfrenta a un reto que ha sido frecuente para los jefes de su partido, la Unión Cristianodemócrata (CDU): apaciguar los ánimos rebeldes de la agrupación hermana, la Unión Socialcristiana (CSU) de Baviera que, en esta ocasión, pueden poner incluso en peligro la estabilidad del Gobierno.
En esta ocasión, al otro lado del conflicto Merkel tiene a su propio ministro de Interior, Horst Seehofer, que también es presidente de la CSU y que pretende darle un vuelco radical a la política de refugiados, en buena parte para tratar de quitarle argumentos a la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD).
La CDU y la CSU tienen una relación curiosa que históricamente no ha sido fácil y que ha pasado por algunos momentos críticos.
La CSU se fundó, como partido regional bávaro, en 1945, inmediatamente después de la guerra, mientras que la CDU fue el resultado de una fusión de diversos grupos políticos cristianos que se crearon entre 1945 y 1950 y que terminaron fusionándose.
La CSU no se sumó nunca a esa fusión pero ha formado siempre grupo parlamentario común con la CDU, que no se presenta a las elecciones en Baviera. Normalmente, para referirse a la CDU y la CDU conjuntamente, se habla de "los partidos de la Unión".
El líder histórico de la CSU, Franz Josef Strauss, sostenía que a la derecha de la Unión no podía haber en Alemania ningún partido político legitimado y la meta electoral en las elecciones bávaras ha sido siempre la mayoría absoluta, que ahora está en peligro ante el ascenso de la AfD.
Esas dos metas declaradas han implicado siempre que la CSU esté a la derecha de la CDU y que se muestre menos dispuesta a compromisos con socios de coalición a nivel federa.
La controversia actual entre Merkel y Seehofer ha llevado a que en los medios de comunicación alemanes se recuerde la crisis más honda en las relaciones entre los dos partidos hermanos que tuvo lugar en 1976.
Kohl, en ese entonces presidente de la CDU, se había quedado en las elecciones generales con el 48,6% de los votos, ligeramente por debajo de la mayoría absoluta lo que le permitió al socialdemócrata Helmut Schmidt seguir gobernando en coalición con el Partido Liberal (FDP).
El 19 de noviembre Strauss sorprendió a Kohl al anunciar que la CSU no formaría más grupo parlamentario común con la CDU y que su partido empezaría a presentarse en toda Alemania. Días después calificaría a Kohl de un inepto político que nunca llegaría a la cancillería.
Entre Strauss y Kohl había una diferencia de estrategia política. Kohl apostaba por ganarse al FDP como socio de coalición, lo que lograría finalmente en 1982 cuando ganaría un voto de censura contra Schmidt.
Strauss, por su parte, consideraba esa estrategia como ilusoria y apostaba porque los partidos de la Unión lograsen la mayoría absoluta para lo que consideraba que había más posibilidades si la la CSU se presentaba en todo el país como partido independiente.
Sin embargo, la decisión de romper el grupo parlamentario común se echó atrás ante la posibilidad de que la CDU decidiera presentarse en las regionales de Baviera en 1978 lo que hubiera roto muy probablemente la mayoría absoluta de la CSU en ese "land".
El grupo parlamentario común se mantuvo, Strauss fue candidato a la cancillería en 1980 y no logró igualar el resultado de Kohl que después estaría 16 años en la cancillería al frente de la coalición con los liberales que Strauss consideraba ilusoria.
Ahora, la situación no ha llegado aún al extremo de 1976 pero las consecuencias de una ruptura serían más dramáticas en la medida en que los dos partidos están en el Gobierno.
En octubre la CSU está ante las elecciones regionales en Baviera de AfD, un partido a la derecha de la Unión legitimado democráticamente, amenaza con quitarle la mayoría absoluta.EFE