"Mi preocupación es que el enfoque político está alimentando la xenofobia, alimentando el extremismo y alimentando una reacción violenta que, lamentablemente, está creciendo en Europa", dijo Rocca en una conferencia de prensa en la sede de Naciones Unidas.

El responsable del CICR alertó de la "narrativa" que se está imponiendo y subrayó que la actual discusión sobre la inmigración en Europa "no está basada en evidencias", pero está provocando cambios en la opinión de la sociedad.

Rocca, además, lamentó la "criminalización" de los inmigrantes y de las ONG que trabajan para salvar vidas en el Mediterráneo.

En ese sentido, consideró "inaceptable" que se diga que esas organizaciones están tratando con los traficantes de personas para facilitar la inmigración.

"Nadie criminalizaría a los bomberos que van a salvar vidas a una casa", subrayó, insistiendo en que el objetivo de la Cruz Roja y otros grupos es únicamente humanitario y nunca político.

Entre otros, el ministro del Interior italiano, Matteo Salvini, ha acusado repetidamente en las últimas semanas a las ONG que operan en el Mediterráneo de ayudar al tráfico de seres humanos.

Preguntado por la decisión del nuevo Gobierno español de recibir a varias embarcaciones con inmigrantes rescatados frente a las costas libias y rechazados por Italia y Malta, Rocca consideró que se está viendo un "compromiso muy fuerte" de España.

"No tengo ninguna duda del deseo de apoyar y compartir la carga de España. El problema es que esta no es la solución", dijo el presidente del CICR, que considera necesaria una respuesta europea.

Según Rocca, "no es aceptable que Grecia, Italia o España deban tener toda la carga o presión", sino que debe haber herramientas por parte de la Unión Europea (UE) para gestionar esa situación y un mejor diálogo entre sus Estados miembros.

El CICR presentó hoy en la sede de la ONU un informe en el que denuncia las barreras con las que se encuentran los inmigrantes a la hora de acceder a servicios básicos y ayuda humanitaria.

La organización llamó a incluir medidas para responder a ese problema en el Pacto Mundial para la Migración, que los países de Naciones Unidas -con la excepción de Estados Unidos- esperan cerrar esta semana.

Según Rocca, ese pacto es un motivo de "esperanza", pero todo dependerá de que realmente se implemente sobre el terreno. 

EFE