Chile: Policía allana dos obispados por casos de abuso sexual
El allanamiento se llevó a cabo tras la detención del excanciller del arzobispado de Santiago, el sacerdote Oscar Múñoz, acusado de al menos cinco casos de abuso sexual reiterado contra menores.
La policía chilena allanó este viernes (13.07.2018) los obispados de Temuco y Villarrica, en la región de la Araucanía, a unos 700 kilómetros al sur de Santiago, en una investigación de la Fiscalía regional por varias denuncias de abusos sexuales a menores.
En los allanamientos, que se llevaron a cabo de manera simultánea, se solicitó acceso a computadores y documentos.
Según el portavoz de la Fiscalía, el operativo busca recabar antecedentes relativos a denuncias que supuestamente involucran a sacerdotes y otras autoridades eclesiásticas.
La investigación comenzó el 19 de junio después de que, desde el obispado de Temuco, se informara que tres religiosos estaban siendo investigados canónicamente. A esto se suman los procesos contra un cura del decanato de Ángol y otro de la diócesis de Villarrica.
El allanamiento obedece a la negativa de los obispados de Temuco y Villarrica a entregar los antecedentes con los que contaban y que fueron solicitados por la Fiscalía.
Los sacerdotes indagados por el Ministerio Público son Pablo Isler Venegas, Juan Mercado Elgueta y José Bastías Ñanco (Temuco); Mardoqueo Valenzuela (Ángol); y Belisario Valdebenito Erices (Villarrica).
La acción de la policía y la Fiscalía en la Araucanía se produce un día después de que fuera detenido el excanciller del arzobispado de Santiago, el sacerdote Oscar Múñoz, acusado de al menos cinco casos de abuso sexual y estupro reiterado contra menores.
Muñoz fue un alto funcionario de la arquidiócesis de la capital chilena, al que incluso le correspondió tomar testimonio a las víctimas de abusos por parte del sancionado sacerdote Fernando Karadima.
El allanamiento se enmarca además en la grave crisis que vive la Iglesia católica de Chile por los casos de abusos sexuales por parte de sacerdotes y por acusaciones de encubrimiento en contra de algunos prelados.
Ante la situación, el papa Francisco le pidió la renuncia a toda la conferencia episcopal. De los 31 obispos que pusieron sus cargos a disposición en mayo pasado, hasta ahora el pontífice le ha aceptado la renuncia a cinco de ellos.