Candidatos a sustituir a Rajoy en el PP recrudecen su campaña entre reproches
Los dos aspirantes a sustituir a Mariano Rajoy al frente del Partido Popular (PP, conservador) intensifican su campaña antes de la votación decisiva del sábado próximo con fuerte intercambio de críticas que hacen temer a algunos una división.
Días después de que el 1 de junio pasado fuera desalojado del Gobierno por el socialista Pedro Sánchez tras perder una moción de censura parlamentaria, Rajoy anunció su retirada de la política y la convocatoria de un Congreso extraordinario para elegir a su sucesor.
El Congreso tendrá lugar viernes y sábado próximos en Madrid, aunque será en la segunda jornada cuando algo más de 3.000 compromisarios designarán al nuevo líder.
Media docena de militantes dieron un paso al frente para presentarse y el 5 de julio, en una votación en la que participaron algo menos del ocho por ciento de los afiliados - cerca de 58.000 -, los dos finalistas fueron la exvicepresidenta del Gobierno Soraya Sáenz de Santamaría y el actual dirigente y portavoz Pablo Casado.
Ese mismo día, aparte de votar a los dos finalistas, los afiliados eligieron a los delegados al Congreso que finalmente optarán por uno de ellos.
Sáenz de Santamaría, uno de los principales baluartes de los seis años y medio de Gobierno de Rajoy, logró el 36,95 por ciento del voto de los afiliados, mientras que Pablo Casado obtuvo el 34,27 %.
Quedó fuera la actual secretaria general del PP, Dolores de Cospedal, con el 25,92 %, un apoyo relevante a la hora de ofrecerlo a alguno de los dos candidatos.
Cospedal asistió hoy a un acto público de Casado y se pronunció en su favor, en un movimiento de respaldo claro: es "una magnífica opción" para presidir el PP y conseguir un partido "fuerte y unido" que esté preparado para luchar por España y los españoles.
Exministros y dirigentes territoriales se han decantado abiertamente en su mayoría por Santamaría o por Casado, lo que hace ver a algunos al riesgo de una división en un partido tradicionalmente monolítico y muy presidencialista, que ha tenido en José María Aznar y en Mariano Rajoy líderes que no tenían contestación interna.
Por eso los propios aspirantes se esfuerzan por asegurar que al día siguiente del Congreso facilitarán la integración de la otra parte, pero ni uno ni otra han querido hacer una lista conjunta, ya que ambos quieren liderar el PP.
Además, en estos días se han sucedido los reproches y algunos golpes bajos.
A través de las redes sociales se ha difundido un vídeo anónimo que recopila imágenes de veteranos dirigentes del PP y exministros partidarios de Sáenz de Santamaría que recuerdan sus peores momentos, fracasos electorales o medidas impopulares.
Casado se ha desmarcado de ese vídeo y ha criticado que lo que considera el "aparato" del partido - al que él por su cargo pertenece - haya negado la posibilidad de un debate con Santamaría.
Ésta ha replicado que un debate le permitiría hacer patente que está más capacitada que su contrincante gracias a su experiencia de gobierno.
Además, ha hecho valer su condición de mujer como argumento para romper otro techo de cristal y que por primera vez los conservadores españoles sean dirigidos por una.
Consciente de que muchos de los militantes que respaldaron a Cospedal podrían apoyar ahora a Casado - dado que las relaciones entre las dos dirigentes no son buenas - el equipo de Santamaría ha advertido contra lo que llaman una "unión de perdedores" que desbanque a quien ganó la primera vuelta, el 5 de julio. EFE