El gobierno de Ortega ataca bastión opositor con fusiles de guerra
Este martes el Gobierno de Nicaragua aisló la ciudad de Masaya y lanzó un fuerte ataque contra la comunidad indígena de Monimbó, una de las que mayor resistencia ha opuesto al presidente Daniel Ortega desde el estallido social de abril, que ha cobrado más de 350 vidas.
El cardenal de Nicaragua, Leopoldo Brenes, llamó hoy a los habitantes de la ciudad de Masaya a resguardarse en lugares seguros, "ante el acoso armado" de las "fuerzas combinadas" del Gobierno, que atacaron la ciudad después del amanecer.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y Acnudh han responsabilizado al Gobierno de Nicaragua por "asesinatos, ejecuciones extrajudiciales, malos tratos, posibles actos de tortura y detenciones arbitrarias cometidos en contra de la población mayoritariamente joven del país", pero el Gobierno nicaragüense lo niega.
El sociólogo, analista político y cofundador del Frente Sandinista Oscar René Vargas contó a Fuga de Noticias las características de los ataques que comenzaron en la mañana de este martes con fusiles de guerra.
Vargas dijo que las milicias están compuestas por entre 1.500 y 2.000 efectivos y el objetivo es aniquilar el símbolo de la resistencia al gobierno de Ortega que resiste en Monimbó antes de que se cumpla el 39 aniversario de la revolución sandinista que derrocó a Anastasio Somoza.
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