Grupos de estudiantes se manifestaron esta mañana frente al Congreso en protesta contra la promulgación presidencial la víspera de la ley que modifica el Tratado de Yacyretá, sobre la represa que comparten Paraguay y Argentina.

Los jóvenes se sumaron así a otros grupos opositores que critican que esas modificaciones, que estipulan la deuda que la represa debe al Tesoro argentino, son una entrega de la soberanía energética de Paraguay.

Algo después, y no mucho más lejos, en un acto en el Teatro Municipal de Asunción, Cartes fue preguntado por un periodista del canal Telefuturo qué respondería a esos jóvenes.

"Balines de goma", fue la escueta respuesta de Cartes, que salió del lugar tras asistir a un evento junto a la ministra de Hacienda, Lea Giménez.

La palabras del mandatario fueron recogidas con inmediatez por los medios locales y a su vez criticadas en las redes sociales.

En medio de las reacciones, Cartes expresó por Twitter sus "disculpas con los jóvenes por las expresiones publicadas". "Siempre los animé a expresarse y mi norte es la armonía de todos los Paraguayos", agregó.

En esa protesta de hoy, los estudiantes también recurrieron a una de las expresiones más recordadas de Cartes, aunque esta vez en sentido contrario, al exhibir pancartas con la leyenda "No usen ni abusen de Paraguay".

Ello en alusión a una frase de Cartes de febrero de 2014, cuando dijo a un grupo de empresarios brasileños que "usen y abusen" de Paraguay, lo que entonces causó una oleada de protestas en las redes sociales y la prensa.

En aquella ocasión, desde las redes se tildó a Cartes de "vendepatrias", que es una de las acusaciones que le están cayendo ahora tras promulgar las modificaciones al Tratado de Yacyretá, que antes fueron sancionadas por el Congreso.

La ley promulgada establece, entre otras cuestiones, el reconocimiento de la deuda de Yacyretá con el Tesoro de Argentina, cifrada en 4.084 millones de dólares.

Cartes termina sus cinco años en la Presidencia el próximo miércoles, cuando asumirá Mario Abdo Benítez, también del conservador Partido Colorado. EFE