"La herramienta es muy valiosa. Ya se aplicaba previamente en tema de drogas y lavado de dinero. Esta regulación relativamente nueva es bastante estricta y restrictiva, y más allá de ajustes que se puedan hacer, se está aplicando", señaló el ministro de Justicia, Germán Garavano, en declaraciones a Radio Mitre.

Desde el pasado 1 de agosto, cuando el juez Claudio Bonadio inició un proceso de detenciones a empresarios y exfuncionarios, más de 15 imputados han decidido acogerse a la figura de "arrepentido", que permite a los acusados que colaboren con la Justicia quedar en libertad condicional, obtener protección oficial y beneficiarse de una reducción en su condena.

Es así que acusados como Claudio Uberti, extitular del Órgano de Control de Concesiones Viales, llegó a reconocer que le llevaba al expresidente Néstor Kirchner (2003-2007) bolsos con dinero que recaudaba en las concesionarias viales y que en algunas ocasiones su esposa, Cristina Fernández (2007-2015) estaba presente.

También el empresario Gabriel Romero afirmó que pagó 600.000 dólares por que Fernández firmara el decreto de extensión de la concesión a su empresa, hasta el 2021, del mantenimiento de la hidrovía del Paraná.

"Estamos muy satisfechos. Es un marco normativo que era inédito en Argentina y que se pudo sancionar impulsado por el Gobierno y es algo que le da claramente a la Justicia una herramienta valiosa para poder avanzar en una investigación que pocas semanas ha tenido un avance vertiginoso y que no era común antes de esta ley", remarcó Garavano.

Entre los arrepentidos se encuentra también el exsecretario de Obras Públicas José López, quien está en prisión preventiva por presunto enriquecimiento ilícito desde hace dos años, cuando fue sorprendido 'in fraganti' cuando trataba de esconder casi 9 millones de dólares en un convento.

Declaró ante Bonadio y pidió acogerse a la figura de arrepentido.

Aunque se desconocen los detalles de su comparecencia, el fiscal del caso, Carlos Stornelli, aseguró que hizo "aportes sustanciales" a la causa y habló "con mucha sinceridad".

López no fue puesto en libertad, pero sí trasladado de la cárcel de Ezeiza (alrededores de Buenos Aires), donde se encontraba hasta ahora, a "un lugar especial" que no se puede identificar, según afirmó Garavano.

"La información que tengo es que López está mucho más tranquilo, de buen humor y cuidado, tanto psicológicamente como físicamente", remarcó el ministro, quien detalló que el exsecretario está atendido por un grupo especial que se ocupa de la protección de testigos o personas "realmente en riesgo".

Su familia declinó someterse a este "programa voluntario" de atención.

Por otro lado, Garavano subrayó que ya se han recibido alrededor de 100 llamadas al número de teléfono dispuesto por el Gobierno para obtener datos precisos que conduzcan a la recuperación de dinero, divisas o bienes en el marco de la causa, a cambio de una recompensa económica. EFE