El alto mando castrense señaló que, aparte de lo que ha hecho el Ejército en la intervención, sectores del Gobierno local no se han esforzado para tomar medidas que ayuden en la disminución de la violencia.

"Pasados seis meses, a pesar del trabajo intenso de sus responsables, de la aprobación del pueblo y de estadísticas que demuestran la disminución de los niveles de criminalidad, el componente militar es, aparentemente, el único en involucrarse en la misión", dijo el general durante la ceremonia de conmemoración del Día del Soldado, que tuvo lugar en Brasilia.

Desde hace seis meses fue implementada en Río de Janeiro la intervención militar, medida que cede al Ejército el control de la seguridad pública de Río de Janeiro y que fue decretada por presidente Michel Temer en febrero pasado para intentar frenar la ola de violencia que azota al estado.

Si bien durante su período de operaciones en Río se han reducido los robos de carga, el número de tiroteos subió un 40 % y las muertes por enfrentamientos con las fuerzas de seguridad fueron las más altas en 30 años, según el Observatorio de la Intervención.

En su mensaje el general dijo que "se exigen soluciones a corto plazo" pero señaló que "ningún otro sector de los gobiernos locales" actuó con medidas socioeconómicas que hayan ayudado a "modificar los bajos índices de desarrollo humano" que "mantienen el ambiente propicio para la proliferación de la violencia".

El presidente brasileño, que también participó de los actos conmemorativos, destacó la actuación de los militares en Río de Janeiro y dijo que se cumplirá la "tarea imperiosa" de devolver el orden público al estado.

Durante la ceremonia, Temer y Villas Bôas homenajearon a los tres militares muertos esta semana durante el megaoperativo que se adelanta en los tres mayores complejos de favelas de la ciudad y que han sido las únicas bajas del Ejército desde que se puso en marcha la medida de intervención en Río.

A pesar de la intervención, los índices de violencia han aumentado en los últimos meses en Río, en donde solo el año pasado 6.731 personas murieron asesinadas. EFE