Unicef genera campaña para detener brote de ébola en el Congo
La campaña de prevención y concienciación sobre el ébola en la República Democrática del Congo (RDC) alcanzó ya a cerca de dos millones y medio de personas, reveló el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
Esta iniciativa se puso en marcha tras el comienzo del último brote de esta fiebre hemorrágica, que fue declarado el pasado 1 de agosto y que, hasta ahora, ha dejado un total de 85 muertes probables -de las que 54 se han confirmado como casos positivos- en las regiones nororientales de Kivu Norte e Ituri.
Los mensajes han llegado a siete zonas sanitarias, en parte, gracias a la colaboración de las comunidades locales, que han aportado 1.715 trabajadores.
"Cada vez más comunidades son conscientes ahora del ébola y de cómo prevenir su contagio. La participación activa de las comunidades afectadas es clave para detener la expansión de la enfermedad", indicó el representante de Unicef en la RDC, Gianfranco Rotigliano.
"Trabajamos de cerca con ellos para promover buenas prácticas de higiene como lavarse las manos, para que acepten funerales seguros y dignos, y para identificar y asistir a la gente que pueda estar infectada por el virus", agregó.
Los mensajes de prevención se distribuyen en varios idiomas -francés, lingala, suajili y nande- en radio, encuentros parroquiales, eventos públicos y también por el boca a boca.
Los equipos de comunicación han incorporado a sus filas a ocho supervivientes del ébola para que compartan sus experiencias con las comunidades locales y conciencien sobre la importancia del diagnóstico temprano y del tratamiento para las personas que presenten síntomas similares a los de esta enfermedad.
Unicef y sus colaboradores también centran sus esfuerzos en campos como la promoción de la vacunación, el suministro de agua potable, la ayuda a familias y huérfanos o la instalación de unidades de lavado de manos y termómetros láser en escuelas.
El brote, de la cepa Zaire -la más mortal que existe-, fue declarado el pasado 1 de agosto y ha afectado a las provincias de Kivu Norte e Ituri, dos zonas afectadas por el conflicto, lo que dificulta las tareas de los servicios sanitarios.
Es el segundo de 2018 en el país y el peor registrado en una década en la RDC, y comenzó tan solo ocho días después de que el ministro de Sanidad, Oly Ilunga, proclamase el fin de otro de otra cepa distinta en la provincia de Ecuador (noroeste).
El virus se transmite a través del contacto directo con la sangre y los fluidos corporales contaminados y es más virulento cuanto más avanzado está el proceso, con lo que puede llegar a alcanzar una tasa de mortalidad del 90 %.
La peor epidemia de ébola conocida en el mundo se declaró en marzo de 2014, con primeros casos que se remontan a diciembre de 2013 en Guinea Conakry, desde donde se expandió intensamente a Sierra Leona y Liberia.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) marcó el fin de esa epidemia en enero de 2016, después de registrarse 11.300 muertes y más de 28.500 casos, aunque la agencia de la ONU ha admitido que estas cifras pueden ser conservadoras. EFE