Por el momento el balance de muertos asciende a 31, mientras que al menos una decena de personas continúan desaparecidas tras el terremoto de magnitud 6,7 en la escala de Richter que sacudió la isla nipona de Hokkaido, causó derrumbamientos y corrimientos de tierra, y sepultó decenas de viviendas en la madrugada de este jueves .

Alrededor de 40.000 personas, entre soldados, bomberos y oficiales de policía, "están trabajando día y noche en las operaciones de búsqueda y rescate", , informó el portavoz del Gobierno, Yoshihide Suga, en una conferencia de prensa.

Cuando está cerca de expirar el plazo de 72 horas considerado crucial para hallar con vida a víctimas de la catástrofe, las tareas de búsqueda se concentran en la localidad de Atsuma (epicentro del temblor), donde se produjeron los desplazamientos de tierra más graves y hubo más viviendas y establecimientos afectados.

El terremoto también causó que los cerca de 3 millones de viviendas de la región de Hokkaido sufrieran cortes del suministro eléctrico, aunque en la mayoría de ellas ya se ha restablecido este servicio, según la compañía energética Hokkaido Electric Power.

Asimismo, el aeropuerto internacional de Chitose, próximo a la ciudad de Sapporo, ha restablecido progresivamente su actividad y ya este sábado (8.09.2017) opera con un 90 % de los vuelos previstos, después de que miles de pasajeros se vieran obligados a pernoctar allí por la cancelación de sus conexiones desde el jueves, informó la empresa operadora.

El primer ministro nipón, Shinzo Abe, afirmó que el Gobierno "continuará haciendo todo lo posible" para asistir a los afectados por la catástrofe, durante su intervención en una reunión ministerial recogida por la agencia local Kyodo.

Abe también confirmó que el Ejecutivo destinará una partida especial presupuestaria de un billón de yenes (unos 7.700 millones de euros) a reparar los daños causados por el terremoto de Hokkaido, además de los estragos que dejó el poderoso tifón Jebi a comienzos de semana y las lluvias torrenciales de julio en el oeste del país.

Otro terremoto en Filipinas

Entretanto, otro fuerte terremoto sacudió este sábado el sur de Filipinas, informaron los sismólogos del Gobierno del país sin que de momento haya informes inmediatos de lesiones o daños importantes. El temblor de magnitud 6,4 obligó a miles de personas a evacuar edificios en la ciudad de Davao, 957 kilómetros al sur de Manila, donde el terremoto se sintió más fuerte, según la Policía local.

El epicentro del terremoto se situó a 27 kilómetros de la ciudad de Manay, en la provincia de Davao Oriental, según el Instituto Filipino de Vulcanología y Sismología. El terremoto también se sintió en zonas muy alejadas como en la ciudad de Cotabato, a más de 245 kilómetros al oeste de Manay, dijo el instituto.

Filipinas, como Japón, está situada en el Cinturón de Fuego del Pacífico, donde se produce alrededor del 90 por ciento de los terremotos del mundo. El último gran terremoto que vivió el país fue un temblor de 7,1 grados de magnitud que causó la muerte de más de 220 personas en el centro de Filipinas en octubre de 2013. En julio de 1990, más de 2.400 personas perdieron la vida en la isla septentrional de Luzón en un terremoto de magnitud 7,8, uno de los más fuertes que haya sufrido el país